Ofrenda. 2/5. Festival Biarritz 2020.
Juan Mónaco Cagni nos muestra un film peculiar. El joven argentino nos muestra una película que ya ha pasado por el festival de Rotterdam, y que es en palabras del programador del festival Nicolás Azalbert "cine en estado puro".
Un dialogo casi inexistente, básico, genuino, imágenes interminables de una chica con una mochila que va en busca de algo o alguien, andando sobre un puente rojo, con varias tomas desde varios angulos de la chica pasando por el puente, una vez que ya lo ha pasado, y de nuevo una larga secuencia de como la chica con la mochila se aleja del puente.
Una película básica, en el sentido positivo del termino. Reencuentro de dos chicas, antiguas amigas, pero que no hablan casi, lo importante no es el dialogo, son las sensaciones, las miradas, lo que nos rodea mientras estamos con esa otra persona. Película con fuerza que puede carecer de ese dinamismo que nos tienen acostumbrados las películas de Hollywood.
Sinopsis
Dos mujeres jóvenes se encuentran en la periferia de una pequeña ciudad provincial en la pampa argentina. Deambulan por almacenes abandonados y otros edificios en ruinas. De niñas, en verano, corrían y jugaban juntas en los campos no lejos de ahí. Solo a través de la puesta en escena y del montaje, la película se centra en transmitirnos una idea de la percepción del tiempo. Ofrenda se presenta como un concentrado de cine, ya que trata solamente de eso, rechazando todos los ornamentos habituales (historia, diálogos, psicología de los personajes). La película consigue hacer coexistir diferentes temporalidades, ofreciendo un presente al que ya no lo tiene (el pasado), o que todavía no lo tiene (el futuro). En este hermoso paseo elegíaco a través de las ruinas del tiempo, los lugares que recorren los dos personajes revelan de manera intensa, una presencia al mundo que es también la nuestra.
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