Dau Natasha, 4/5. Sevilla 2020
¿Realidad o interpretación?, esa es la duda que tendremos todo el tiempo. Una cinta que parece sacada del Dogma95 de Lars Von Trier y compañía. Dónde las escenas se hacen sin cámara fija, incluso dejando la vibración intencionadamente para dar más sentimiento de realismo. En ciertos momentos la película puede sentirse un poco lenta por la repetición de conversaciones entre los mismos personajes.
Algunas de las escenas podrían bien ser sacadas de una película porno, lo que se asemeja a la película del Dogma95 "los idiotas".
Esa crudeza visual, añadida a la luz blanca de focos de set de televisión (no muy Dogma95) nos meten en la atmósfera claustrofóbica ideal para hacernos sentir esa opresión que tiene la protagonista, Natasha, en esa época, dónde los cineastas exploran todas las posibilidades y consecuencias del poder y terror estatal como un sistema institucionalizado.
Con una espléndida fotografía en 35 mm de Jurgen Jurges, esta cinta es parte de un proyecto enorme que ha llevado más de 10 años. Un inmenso experimento con 400 voluntarios que se encerraron junto con el equipo, durante 2 años, en un set de Ucrania, para simular que están en el centro de investigación soviético, imitando los patrones de los tiempos de la Unión soviética y del estalinismo.
De este proyecto se obtuvieron cientos de horas rodadas, de la que surgió una segunda película de 6 horas que se pudo proyectar en Berlín llamada: Dau degeneratsia.
Otra de las características de este experimento, fue el rodar sin un guión previo, con solo unas pautas escénicas con improvisaciones. Si había que vomitar y ponerse borracho, pues los actores hacían exactamente eso, y se agradece porque el realismo increíble en una de las escenas de Olga borracha (realmente borracha durante la grabación), son casi imposibles de obtener, simplemente actuando, por un por muy bien actor que se sea.
Otro peculiaridad más de esta cinta, es que la mayoría de los actores guardan sus nombres reales como son el caso de: Natasha, Olga, Luc, Blinov... Idea que se ve muy raramente pero que podría llevarse a casi todas las películas para dar más cercanía, no solamente para los actores, sino para el espectador.
El guión cuenta las experiencias de Natasha y Olga ( increíblemente interpretada por Olga Schkabarnja) que trabajan en una cantina de un centro de investigación soviético. Los clientes científicos hablan de sus logros científicos y en una ocasión, Natasha mantiene relaciones con un investigador extranjero, lo que la lleva a tener problemas.
No son los únicos problemas que tiene, ya que en la cantina Olga, mucho más joven que Natasha, y un poco infantil, no quiere hacer la limpieza del local al acabar.
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