Las 10 mejores películas de cine independiente del 2020
Acostumbrados a los festivales: ir de un cine a otro, corriendo y a penas sin comer. Hemos pasado a ver las películas desde casa. La parte negativa es evidentemente que no tiene la gracia del cine, ni el sonido, ni el ambiente, ni las conversaciones, ni siquiera uno tiene ese subidón de estar en un festival.
Lo positivo, que lo que antes era un festival local, se convierta en nacional (Huelva, Gijón, Aguilar de Campoo). Pequeños festivales que no atraían prensa internacional ahora son cubiertos en cierta medida. Incluso permite estar en varios festivales a la vez, como ocurrió con Huelva y Gijón, donde se solaparon un par de días.
1. Nuevo orden de Michel Franco (México)
La película más impactante del año, y de las mejores de los ultimos años. No sorprende que ganara en el festival de Venecia, el primero de los grandes festivales en celebrarse tras la reapertura.
Nos muestra un mundo en el que los olvidados se revuelven contra el orden establecido y la vida ya no vuelve a ser lo que era antes. Un poco como la actualidad con la pandemia.
2. Marygoround de Daria Woszek (Polonia)
Una película maravillosa que me ha hecho soñar los 80 minutos que dura.
Podría ser la Kieslowski en mujer y con humor en la cinta, algo maravilloso para contar la vida de una mujer de 50 años virgen, y que vive en un mundo creado en su cabeza. La gran ganadora del festival de Gijón, que este año fué online.
3. ¿Por qué no te mueres? de Kiril Sokoloff, (Rusia)
Fue tanto una sorpresa como una auténtica gozada de ver. Junta lo mejor de Amelie de Jean-Pierre Jeuny, Pulp Fiction de Tarantino, León el profesional de Luc Besson: y sale esta maravilla rusa.
Una chica pide a su novio que mate a su padre, de algo tan básico, el director ruso crea magia, tanta que consiguió los 2 premios gordos en la pasada edición del PIFFF (Paris International Fantastic Film Festival)
4. Wildland de Jeanette Nordahl (Dinamarca)
Te atrapa, simplemente te agarra desde el primer segundo, cuando se ve el coche destrozado. Desde el inicio ves en los ojos de los protagonistas su forma de ser, algo que puede sorprender porque cuesta creer en ese milagro. La historia de una niña que tras perder a su madre se va con su conflictiva tía, quien por cierto, es la protagonista de la gran serie Borgen.
5. There is no Evil de Mohammad Rasoulof (Irán)
6. La Verónica de Leonardo Medel (Chile)
¿Cómo hacer una película con la cara de la protagonista siempre en el centro de la pantalla y sin que sea monótono?. Esto tan complejo, lo logra de forma bárbara el director. Y es que el cine chileno está de moda, con propuestas diferentes, frescas, lo que sea para que el mensaje nos llegue claro: en este caso, la total adicción a las redes sociales.
7. Ane de David Pérez Sañudo (España)
Cinta que impactó en el festival de San Sebastián y que trata de forma brillante, haciéndonos respirar en cada minuto de la película la tensión que se pudieron vivir en esos días por las familias afectadas. El cine vasco nos sorprende, cada vez más frecuentemente, con grandes obras como esta, que trata como se impedía la llegada del AVE al País Vasco en 2009.
8. Cosmogonie (Hunted) de Vincent Paronnaud (Francia)
Sin duda, una sensación, un continuo vitore y carcajadas en la sala de Sitges donde se proyectó. En esta versión del cuento de Caperucita Roja el dinamismo y el humor están garantizados. Sorprende más si pensamos que el director ganó el Oscar con Persépolis.
9. La ofrenda de Ventura Durall (España)
La historia inicialmente no tiene sentido y como si fuera un puzzle, se va formando en la cabeza del espectador una historia coherente y llena de sentido hasta, literalmente, el final de la cinta. Una experiencia increíble y que es el logro más importante de esta película. Con olor a ESCAC, por norma general sinónimo de calidad.
10. Nowhere Special de Uberto Pasolini (Italia)
Algo que encandila, es curiosamente la forma fría y aséptica que tiene de contar un drama tan triste como la despedida de un padre de su hijo, gracias a lo cual el espectador no se siente obligado a sentirse triste. Ese sentimiento viene solo, sin querer, y la lágrima fácil no es tan fácil en esta ocasión, pero es mucho más densa.
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