Antidisturbios, 4,5/5. Movistar
"Antidisturbios" es la increíble y adictiva serie de Rodrigo Sorogoyen para Movistar, presentada en el festival de San Sebastián 2020, con guión, como es habitual, del propio director e Isabel Peña, al que se une Eduardo Villanueva.
En la serie se retrata a una unidad de la policía nacional, envuelta en un problema de violencia policial mezclado con corrupción de los altos mandos.
Todas las obras de este director son trepidantes, exceptuando la relajada "Madre". Si ya las series se suelen ver de forma fácil de un tirón, ésta es aún más adictiva, es como ver la cinta "El reino" de 6 horas.
Destacar la mimetización con el cuerpo de policía nacional, ya que gracias a esta colaboración, pudieron utilizar las ubicaciones reales, así como uniformes e incluso colar alguna escena donde parece que están los policías en acción cerca del Santiago Bernabéu. Parece que no ha sentado muy bien la serie dentro de algunos efectivos del cuerpo policial, por la imagen que a veces dan de violentos. Otros lo ven con buenos ojos, para mostrar en las condiciones en las que tienen que trabajar, una forma de denuncia pública.
De hecho, el retrato de la policía es humano, quizás exagerado en algunos aspectos para dar dinamismo y emoción a la serie, pero sobre todo humano. Mostrándonos magistralmente la relación y vínculos entre ellos, su vida familiar y la forma de ser de unos policías, que tienen que dejar de lado su carga familiar para hacer un trabajo que es físico, muy estresante y no siempre bien valorado. Para compensar, Sorogoyen mete algo de machismo y violencia policial. Esta serie no parece que quiera juzgar a la policía, ni para ponerles bien ni mal, ya que al mostrar ambos extremos se neutralizan, y se ve que como en cualquier otro trabajo, hay días mejores y peores, y gente más o menos profesional.
La actuación de los personajes es algo a destacar, solo basta ver las nominaciones y ganadores en los distintos premios (Forqué, Feroz, Cygnus), donde a veces copan más de la mitad de ellas. Sublime todos, es complicado destacar uno en particular, parece como si el director hubiera dividido el tiempo de cada uno en pantalla por igual. En el reparto, entre otros, aparecen: Vicky Luengo, Raúl Arévalo, Hovik Keuchkerian, Álex García, Roberto Álamo, Raúl Prieto, Patrick Criado, Tomás del Estal, David Lorente...
Una de las muchas sorpresas de la serie, es la del parentesco con la realidad. Tenemos el evidente parentesco de uno de los personajes con con el ex comisario Villarejo: por lo que hace, su forma de vestir, su aparente poder en la sombra. Incluso el crucero Piolín, que sirvió de casa a los policías nacionales que fueron a Barcelona hace unos años, aparece en la serie. Para enredar más el rizo, Villarejo también estuvo (en cierta manera) relacionado en el culebrón de la propia creación de la plataforma Movistar, donde se presenta la serie. El pasado de la cadena parece sacado de una película de Sorogoyen, con el amigo de Aznar, Villalonga, queriendo lanzar una televisión con Telefónica, en donde era presidente, encontrando competencia en el Canal + de entonces, y un largo etcétera que uno se llega a perder. En este pasado de Telefónica y Canal +, hay jueces que luego fueron acusados de prevaricación y a su vez otros jueces comprados por la parte acusada...y en todo ello la figura de Villarejo. Un día podrían hacer una serie de varios años con este alucinante personaje que es el ex comisario Villarejo.
La serie, dirigida por Rodrigo Sorogoyen, y en la que contó con la codirección de Borja Soler en los capítulos 3 y 4, aprovecha la coyuntura para hacer hincapié en la aparente omnipresencia del machismo, incluso una cortísima escena de un supermercado es utilizada para que un grupo de franceses hablen a la protagonista de forma despectiva. La historia es un muy buen ejemplo de la falta de integración de la mujer en algunas profesiones y como las pocas que hay tienen que lidiar con algunos de los problemas que pueden encontrar.
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