Así en la tierra. Miami 2021
Premio Iberoamericano de Cortometraje WarnerMedia del Festival de Miami 2021
Normalmente solemos (suelo) pasar por alto los cortometrajes en los festivales de cine, excepto si son solo de cortometrajes como Aguilar de Campoo o Clermont Ferrand. Y es que hay tantos largometrajes que ver, que equivocadamente desdeñamos los cortometrajes como una categoría inferior, craso error porque esto hace que podamos perdernos verdaderas joyas como "Así en la tierra" que descubrí pensando que era un largometraje, que bendito error que me ha hecho pasar 23 minutos maravillosos. Como dato curioso, el joven director del cortometraje se enamoró del cine en un festival de cortometrajes que llevaba el nombre de "Expresión en Corto" y que era el festival de cortometrajes más grande de latinoamérica, que luego pasó a llamarse festival internacional de cine de Guanajuato.
Cinta con dirección y guión del mexicano (Colima) Joel Vázquez Cárdenas, presente en el festival de Miami 2021.
La historia narra los esfuerzos que hace Salvador Huerta, interpretado muy elocuentemente por Estanislao Marín, un labrador pobre en un pueblo de México, para poder devolver el préstamo que pidió a doña Chelo (Yolanda Abbud). En la ecuación está el Padre Anselmo (Hugo Albores) quien quiere hacer una capilla nueva en la iglesia. Para rematar la ecuación, está la fe cristiana de la que el labrador es muy devoto. Un día, un meteorito con cara humana cae en la tierra del labrador, estropeando toda su cosecha. Pero lo que parecía un mal augurio se convierte en una posible fuente de milagros e ingresos.
La cinta tiene pocos diálogos, pero suficientes para no perder al espectador. De hecho, esta parquedad en los diálogos, junto con los bellos tonos negros y blancos de la cinta, obligan, incluso fuerzan al espectador a prestar más atención a la imagen descubriendo su belleza. Desde pequeños detalles como el contraluz del labrador bajando por el cráter entre una cortina de humo, grabado desde una grúa desde lo alto, hasta la impresionante imagen de él corriendo desesperadamente por el monte mientras se ve que se está quemando la plantación, de nuevo con un dron que crea un efecto magnificente. En general la imagen está inconmensurablemente lograda, a la que se le une una música excesivamente épica, pero que no desentona mucho.
Las escenas fueron rodadas en el pueblo de Montitlán, cerca de Colima, la localidad natal del director . Uno de los grandes placeres de la cinta es poder ver en varias ocasiones el volcán de Colima, una figura siempre presente que vigila al protagonista como si fuera su padre, guiándolo por lo que es correcto en la vida y lo que no debería hacer aunque necesite ganar dinero. La figura del volcán tiene una presencia intermitente, sin llegar a tener tanta importancia como en cintas como "Ixcanul" o "Epitafio".
Una cinta que cual cuadro de Zurbarán, merece ser vista por sus maravillosos claroscuros que dejarán boquiabierto a más de uno.
Opinión: 4,2/5
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