The shift. BIFFF 2021
Hay que admitir que la nueva película del director italiano Alessandro Tonda atrapa desde el inicio. Fuera de concurso, abrió el festival de cine que se celebra en la misma ciudad donde pasan los hechos, Bruselas, BIFFF 2021.
Con películas recientes sobre atentados terroristas como "Maalbeek" en Bruselas, o la genial noruega "Utøya: July 22" y otra más "22 de julio", el espectador no sabe si lo que está viendo es un relato ficticio o basado en hechos reales.
Con un inicio intenso, donde el director consigue meter al público en un ambiente de angustia parecido al que viven las víctimas, los tiroteos se suceden y una gran explosión deja abierta la película para que los nuevos protagonistas sean introducidos. En este caso son dos compañeros de una ambulancia que acuden a la petición de ayuda, Isabelle (Clotilde Hesme) y Adamo (Adamo Dionisi). Sin querer desvelar más, ya que forma parte de la intriga de la cinta, el director nos introduce en la ambulancia donde se desencadenará la trama.
La cinta se centra en el atentado ficticio ocurrido en un colegio, donde los asaltantes son dos niños de 15 años de origen arabe. El director nos presenta a uno de ellos poco a poco y con escasos diálogos, logrando conocerlo gracias a sus padres que no pueden creer que su hijo, adorable y jovial, pueda haber cometido dicha atrocidad. El intento de comprender cómo un joven termina radicalizado, no llega a cuajar en el espectador, como sí cuajó con la cinta "El joven Ahmed" donde vemos una evolución, un aprendizaje y un guía que quiere pasar inadvertido. En "The shift" estos elementos están, pero de forma difuminada, viendo brevemente y sin estar muy documentado, el cerebro de los atentados, pero sin llegar a entender cómo y por qué cayeron en este extremismo religioso. Tonda prefiere priorizar el ritmo frenético de la cinta, sin dejar momento a respirar para presentarnos la siguiente prueba de fuego a superar para no morir. Por culpa de este ritmo el director genera un par de agujeros de guión sin mucho lógica que chirrían a oídos del espectador que ha comenzado con una cinta muy coherente en todos los aspectos. La situación del túnel y la grúa son actitudes típicas de película de terror de los años 80 donde las cosas pasaban por arte de magia, sin pedir una coherencia lógica a la narración.
El otro foco de la cinta a parte de la ambulancia, es el centro de policía donde se gestionan las alarmas terroristas. Vemos una brillante actuación del director de operaciones Thierry Meunier, interpretado por Jan Hammenecker. Esta maravilla es un máster en interpretación en una película, que cantidad de sentimientos es capaz de transmitir Jan con una simple mirada y una inspiración de su cigarro electrónico. De lo mejor de la cinta. El director utiliza este centro para mantenernos en vilo con las constante entrada de información de la operación, que nos recuerda a la ciega "The guilty" donde el espectador tenía que usar obligatoriamente su imaginación para crear la película. Con Meunier el espectador ve el punto de vista policial, sin llegar muy bien si llegara a unirse con el de la ambulancia, la tensión radica aquí, en la falta de información, en el cruce de llamadas que no terminan de encajar, donde el espectador desea que la policía encuentre esa pieza clave para el rompecabezas y solucionar el problema, o quizás hacerlo más grande.
En definitiva, cine de calidad, con un toque "Speed" en donde las secuencias no parecen tener fin, abocando todo a la destrucción total. Un toque más profundo para ayudar en las motivaciones del joven a cometer un atentado hubiera sido bien recibido para poner cara a ese espectro oculto y que solo vemos por los telediarios cuando hay un atentado.
Opinión: 3/5
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