15 horas. Málaga 2021

Cinta de la española Judith Colell, con elenco y producción Dominicana. La cinta concursa en la sección oficial y por las primeras impresiones tiene méritos para conseguir algún premio.

La cinta tiene maestría, la forma directa, insistente pero sutil al mismo tiempo, hace que el espectador se quede clavado en sus butacas durante los 80 minutos de la cinta. El primer punto a agradecer a la directora es que no haya alargado innecesariamente la cinta para llegar al límite de los 90 minutos. De todas formas el tiempo en esta cinta juega un papel importante, ya desde el título de "15 horas" y las escenas grabadas en las que no escatima en dejar fija una cámara en un coche durante largos minutos que curiosamente no se hacen tan largos. Pareciera que copia las forma de grabar del maestro Michel Franco en "Después de Lucía", no solo por esas cámaras estáticas, si no por la temática violenta y tratada con una lejanía que causan más pavor que si fueran grabadas en primer plano.

El festival define el argumento como que "la música los unió, Aura, solista en la sección de primeros violines y Manuel, el director de orquesta de moda, son el matrimonio más envidiado del país. Artistas, famosos y ricos, su relación esconde un secreto inconfesable"

Aunque la mayoría de los aspectos descritos en la sinopsis no terminan de estar claros en la cinta, como la trayectoria de la mujer en el mundo de la música, ni si su familia es de clase alta por méritos propios o por mérito del marido de Aura. Uno de los aspectos más esperanzadores de esta cinta es la facilidad de su directora para insinuar sin mostrar, como claro ejemplo la llamada de Manuel a su suegra para llevarle un regalo, en donde la única imagen es la de su hija en el asiento trasero.

Con un aspecto general sombrío, acorde con la temática que trata, la directora consigue transmitir perfectamente el miedo y la inseguridad que la protagonista (Sterlyn Ramírez) sufre por culpa de su marido (Marc Clotet). Este miedo llega directo al corazón del espectador con cada llamada del marido, alejándose de miradas de odio, golpes e insultos que estaban presentes en películas similares como "Te doy mis ojos". La sutileza es la clave del éxito, y con "15 horas" la directora está en las quinielas para conseguirlo.

La temática tiene varias lecturas. La oficial es que los hombres son violentos, y las mujeres son maltratadas por culpa de la violencia de los hombres, siendo estas unas víctimas. Pero su directora tiene la virtud de no centrarse en lo "malo malísimos" que son los hombres, para centrarse en lo que rodea a la mujer que sufre los maltratos y una lucha de clases que aparece en la cinta, gracias a varios elementos. Aura es una mujer acostumbrada a la buena vida desde que se casó con Manuel, podemos verlo por la cantidad de bolsos que tiene, el carísimo coche propio, la mansión donde vive, y podemos intuir que su madre tiene un elevado tren de vida gracias a Manuel. Por lo tanto, vemos una vinculación económica muy fuerte de Aura hacia Manuel, perder a Manuel sería perder su calidad de vida. Dentro de esta ecuación de la violencia familiar, Aura tiene diversos elementos por los que no ha puesto final a su relación con Manuel: el posible amor (aunque no aparece en la cinta), el dinero, el estatus social, y su hija. La directora se cuida de poner este último punto como importante, pero una vez más, de forma extraordinariamente sutil jugando con los años de la hija y los que hace que sufre maltratos. 

Aura parece una mujer que se ha acostumbrado rápidamente al lujo, contando siempre con los demás para llevar a cabo sus planes, y siendo completamente inútil por sí misma. Podemos verlo en el hecho de que no puede dormir en el enorme coche que tiene, haciendo sentirse obligada a su amiga a invitarla a la casa de su novio, o involucrar a su médico para salvarla. Vemos también el momento de quedarse sin combustible en el coche y la falta de previsión de esta mujer llegando a la misma conclusión que tiene con los maltratos: tengo un problema, necesito vuestra ayuda. La película plantea la falta de iniciativa de esta mujer en todos los aspectos, tanto en los del coche como en los de los maltratos. Parece que después de tener maltratos cada dos semanas durante 8 años, hacen 200 maltratos en los últimos 8 años, ella se decide a poner fin a este suplicio. El espectador no puede por menos que tomar dos formas de pensar: sentir lástima de la pobre Aura, o sentir lastima de la pobre Aura y preguntarse por qué ha esperado tanto a tomar esta decisión. 

Con las repetitivas imágenes de clases sociales que alternan en la cinta, donde su madre tiene un viaje a París, mientras Aura pasa con su carísimo coche por un barrio pobre, con gente pobre que le pide dinero, parece mostrar el miedo de Aura por volver a esa vida si deja a Manuel. Bien si el discurso oficial dice que Aura aguanta los maltratos por amor a Manuel y por su hija, la cinta parece insinuar que el desahogo económico que le supone estar con Manuel a cambio de recibir de vez en cuando maltratos, puede ser parte de la trama de la cinta. Cuesta creer este extremo, pero tras ver la reacción de la madre, quién parece preferir ver a su hija muerta que perder los privilegios económicos y sociales que tiene, podemos creer cualquier cosa. Si una mujer, como la madre de Aura, tiene ese amor egoísta por Aura, ¿quién nos asegura que Aura no tiene esa misma forma de valorar su bienestar aguantando a Manuel, o en un futuro defendiendo a su yerno en vez de a su hija?.

Aunque inicialmente en la rueda de prensa posterior, la directora no parecía hablar de su película, si no dar un mitin político, la cinta sí que parece dar pié a varias interpretaciones, lo que la enriquece y crea un muy buen debate entre las personas que la han visto. Independientemente del tema tratado, Judith Colell ha creado una gran obra que ha sorprendido a muchos de los presentes en el pase de prensa del teatro Cervantes de Málaga.

Opinión 4,3/5