Annette. Cannes 2021.

Cinta del francés Leos Carax que inaugura el festival de Cannes 2021. El director ya nos trajo hace años la extraña "Holy Motors". En esta ocasión los actores mundialmente conocidos: Adam Driver y Marion Cotillard, interpretan una pareja éxito, él como cómico (aunque sin pizca de gracia) y ella como cantante de ópera. Para dejar claro que la obra es de un francés, con parte de producción francesa, el director pone en el inicio un pequeño diálogo en francés, una vez más, sin sentido aparente.

Annette requiere un acto de autocontrol, de auto civismo para no destrozar la película con adjetivos que vienen de la bilis. Y es que "Annette" es como "Holy Motors", con el hándicap que está hecha para el público simplista estadounidenses. No es malo hacer una película donde el que tiene celos diga algo así como: tengo celos, canturreandolo sin rima mientras toca un piano, pero es verdad que uno no está acostumbrado a que nos den unos personajes tan mascados que no hace falta tenedor. De hecho, el guión de Russell y Ron Mael, en ocasiones parece una papilla de lo básico que es, sin permitir que podamos examinar los trozos por separado. Los personajes no parecen tener matices, malo borrado, celoso débil, mujer enamorada entregada,....

La gracia está en salir de la sesión y coger aire, si aún así no se han quitado las ganas de destrozar la película por hacernos pensar que no tiene sentido, meditemos....y entonces pasamos del: "fuera, menuda estafa" gritado por un periodista en el pase de prensa durante la inauguración de Cannes, a "esta película es valiente en si", por el hecho mismo de ser así para un público de masas. Poca gente se habría atrevido a contar con estrellas de tal tamaño, crear tanta expectación a nivel europeo (me consta que la gente en España y Francia está deseosa de ver la cinta) y van a recibir una película de autor, que quizás se convierta en comercial. Si esto ocurre, el director habrá conseguido un precioso milagro, llevar el cine de autor, de arte y ensayo (sobre todo de ensayo...) al gran público, con el valor añadido de que nadie hubiera apostado hace años que una película como "Holy Motors" versión USA, sería esperada con tantas ganas y por tanta gente, esto ya la confiere a la cinta un gran mérito dificil de igualar.

Las referencias a Estados Unidos son a veces insultantemente directas, como una noticia de incendios en California, pero llega a tal extremo que tanta obviedad se convierte en una formidable crítica al cine o sociedad de Estados Unidos. Se ríe de forma brillante en la cara del espectador de Estados Unidos habituado a cine comercial diciéndole: pongo un hombre borrado que diga que es borrado, una mujer con miedo diciendo que lo tiene, y así toda la película, mostrando la falta de matices o grises que hay en el cine de Hollywood.

La película es un chisporroteo de escenas, en ocasiones con transacciones en fundidos muy largas que solo los entendidos darán un significado inteligente. Una de esas chispas de sublime brillantez comprensible por todo tipo de público, es la escena maravillosa del parto, con una música, coreografía, juego de colores, humor (la niña viene desnuda) todo hace que sea tan perfecto que uno se pregunta por qué no podría ser toda la cinta así...

Hay conatos en algunas escenas que se acercan a esa perfección, usando los colores y la luz para crear este universo. Una vez más en director rompe magistralmente con las sutilezas obligando al protagonista a decir que él es verde, tomando intencionadamente al público por tonto que no es capaz de ver que cuando sale él todo en la pantalla es verde: chaqueta de cuero, luces en el túnel,... Y ella es naranja: pelo, decorado... Pero el espectador, como decíamos, necesita salir de la sesión para darse cuenta de que el director ha estado jugando con el espectador y diciéndole que deje de ser tan básico viendo películas sin matices, sin grises, que deje de ver películas donde todo es verde o naranja y encima te dicen que lo que ves es verde o naranja.

El director no parece querer salir de una obra teatralizada, donde algunos decorados son demasiado "falsos" como las escenas del barco, el show en las Vegas o la llegada a la isla. En contraposición pone escenas frescas como los dos actores montando en moto, no parece que haya ni dobles ni trampa. Para mostrar esta dualidad Carax llega al extremo de ser cauto y pulcro en una escena se sexo, donde teatralmente la protagonista se tapa los senos, haciendo pensar al público que es lógico que no se muestren por el pudor de las películas hechas para el gran público. Pero en escenas posteriores y de forma gratuita el director sí que muestra los senos de ella, e incluso el culo de Adam, también de forma gratuita. Tanta incoherencia y sin sentido hace que esta obra sea complicada de entender, si es que hay algo que entender.

La niña, sin querer desvelar parte de la gracia de la película, es uno de los puntos fuertes de la película, que es utilizado para mostrar el uso abusivo que hacen algunos padres de sus hijos siendo la excusa para no ayudar a sus parejas o para ganar dinero con alguno de los talentos del hijo.

Con una interpretación de Marion muy buena, pero con la terriblemente decepcionante de Adam, el cual sería más expresivo si su personaje hubiera sido interpretado por un muñeco de madera (en relación con la cinta).

Esta obra no dejará indiferente a nadie, eso es seguro. Se recomienda verla sin hacer ruido, como indican con humor al inicio, respirar por última vez antes de que empiece la cinta, pero sobre todo, al acabar hacer algún tipo de técnica de relajación antes de valorar la película.

Por el concepto se merecería un 5, pero por la pobre actuación del protagonista y las malas rimas en algunas de las canciones que hacían chirriar los dientes, se merecería un 1, por lo que la media sería algo así:

Opinión 2,5/5