The innocents. Cannes 2021
Obra original con guión y dirección del noruego Eski Vogt en Un certain regard.
Pocas noticias nos son más agradables como que haya películas nórdicas en el festival. Cuando hablamos de nórdico es: Dinamarca, y después Noruega, Finlandia, Suecia e Islandia. Estos maravillosos países hacen magia con su cine, aunque paradójicamente el festival de cine de Gotemburgo 2021 fue bastante aburrido en su sección de cine Nórdico.
Eskil nos trae de nuevo una cinta realista, nos creemos lo que estamos viendo desde el inicio, con escenas muy familiares y con una lógica aplastante que nadie pone en duda.
Con la brillante actuación de los niños, sobre todo de la nueva estrella del cine noruego, Rakel Lenora Fløttum que hace de Ida, un niña de unos 7 años, que vive con su hermana mayor que tiene autismo y sus padres que acaban de mudarse a lo que parece una ciudad dormitorio en medio de ninguna parte.
La luz y las imágenes a las que nos tienen acostumbrados los cineastas nórdicos, son magníficos, con una luz de atardecer que provoca unos reflejos preciosos en el pelo de la niña. El bosque, los lagos, los animales son parte de esa naturaleza importante dentro de la obra, y que juegan un papel importante en el guión.
Poco a poco los vecinos de Ida comienzan a frecuentarla y tras ganar confianza empiezan a descubrir sus poderes ocultos. Lo que parece un juego de niños a pequeña escala, empieza a ganar poder y escala llegando a niveles peligrosos para los habitantes de la ciudad y mismo del país.
Cuando nos preguntamos dónde está el secreto de este cine, no es solo en un guión dinámico, que es diferente, con interpretaciones perfectas (excepto la del niño llorando sentado al lado de la puerta), la creación de unas relaciones entre los personajes donde el público conoce bien los vínculos y los límites de los diferentes caracteres. En este cine especial, ocurren escenas que en otro cine no las pondrían por su consabida auto-censura: matar una lombriz, tirar un gato desde un octavo, o pisarle la cabeza con crujido incluido. Ale, ¿ a ver quién se atreve a seguir comiendo palomitas?.
Hablamos de asesinatos por el gusto de matar, de mostrar ese deseo oculto de los niños de hacer daño por hacer. No solamente de forma verbal, si no partiendoles una pierna. Esa labor de dominio de los poderes ha llevado un proceso de aprendizaje del cual el espectador es testigo, haciendo que los logros conseguidos sean admirados en su justa manera. No hablamos aquí de "la Liga de la Justicia", pero podemos imaginar un sucedáneo noruego, con niños con muy mala leche y poca inocencia, y con la misma calculada cuota de etnias entre los protagonistas.
Al ser un guión diferente, el espectador no sabe por donde van a ir los tiros, dejandole en el aire durante toda la película.
Opinión 3,7/5
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