El buen patrón. San Sebastián 2021
Cómo se le echaba en falta a Fernando León de Aranoa, al de "Los lunes al sol", genuino, sacando punta a la actualidad, incomodando al poder, molestando desde un humor ácido.
"El buen patrón" es puro ingenio en manos de unos actores cuyo protagonista no se sabe quién es, a no ser que se lea que en el cartel pone Javier Bardem, la realidad es que es imposible verle en la cinta. En los 120 minutos vemos a un jefe que quiere hacer creer al resto, que es de los suyos, y que deben hacer lo que dice en su propio beneficio.
Cuando pensábamos que jamás tendríamos experiencias como la que tuvimos con frases como "Cuanto peor mejor para todos y cuanto peor para todos mejor, mejor para mí el suyo beneficio político" llega el director y guionista madrileños para hacernos ver que los de arriba siguen siendo los mismos aunque se disfracen de "buenos jefes".
La palabra "patrón" no se usa mucho en España, quizás más en Hispanoamérica, por lo que su incorporación como referencia la protagonista tiene que tener más significado, quizás el de patrón a seguir como ejemplo, o recordarnos a la patronal que son los dueños. Sea como fuera el patrón de la película no actúa, es él mismo, y coincide con que se parece mucho a un actor llamado Bardem, pero los parecidos acaban aquí. Dejando bromas a parte, Bardem demuestra con esta actuación que está en otra liga, imposible de reconocerle tras ver "Dune" en Venecia hace unos días, o en las ruedas de prensa. No es cuestión de maquillaje como podía ocurrir en "Handia" con Eneko Sagardoy, aquí hay algunas canas y no más. Pero el cambio radical de personaje interpretado por Javier Bardem, pasa por una forma de hablar con un tono y acento especiales, condescendiente, calmado, que se mantiene a lo largo de toda la película. Las miradas, los movimientos de las manos, la forma de caminar, la forma de respirar, es que todo en la actuación de Bardem es tan perfecto que no lo vemos a él como actor. Si en 2019 no había dudas con que la mejor actuación del año era la de Joaquin Phoenix por "Joker" (pedimos perdón a Riz Ahmed). Este 2021 tampoco hay dudas que Javier Bardem ha realizado una actuación de reverencia y que debería de ser utilizada en las escuelas de arte dramático. Incluso la gente que decida que no le gusta la película, jamás podrá negar que la actuación que acaba de ver quedará en la historia del cine.
El patrón, el señor Blanco, es el dueño de basculas Blanco. Piensa que los empleados son su familia, pero cuando tiene que despedir, descubre que ellos no se sienten hijo, y algunos pelean para luchar por sus derechos. El trabajo y la lucha contra los empresarios están de manifiesto de una forma muy inteligente. Sin querer ocultar su opinión Aranoa utiliza dosis ingentes de sutileza (una bala en una balanza para que quede equilibrada...) y humor (el empresario va a pedir subvenciones por que si no solo se las llevan los del cine).
Vemos paralelismos con "Madres Paralelas" de Almodóvar en esta crítica a ciertos aspectos de la política, aunque Aranoa utiliza la sutileza para dejar que el espectador utilice su cerebro para llegar al punto que el quiere, empujándoles al precipicio del mensaje con golpes de humor. Aquí hay también unos diálogos naturales, espontáneos, nada pedantes que hacen que el espectador empatice con los personajes. Mencionar también a otra de las figuras de la cinta, Manolo Solo, quién ante tamaña actuación de Javier, esa sombra la suya no brilla
Una cinta que parece haber cometido un error, tratar los asuntos con humor, lo que podría bajarla del carro de las ganadoras de la Concha de Oro. Lo que debería estar claro es que lo de Javier Bardem no es normal, con posibles Concha, Goya y Óscar que no sorprendería a nadie.
Opinión: 4/5
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