El otro Tom. Biarritz 2021

La película del matrimonio uruguayo Laura Santullo y Rodrigo Plá, es una de esas películas que ves en varios festivales como el de Venecia, y terminan siendo una agradable obligación el asistir a un pase. En concurso en el festival de cine de América Latina de Biarritz, a la cinta le queda un largo trayecto en festivales.

Tom está interpretado magníficamente por Israel Rodríguez Bertorelli, un niño que podría pasar por niña por su cara y pelo largo. La bipolaridad está presente incluso en el aspecto físico, creando una duda constante que hace al público prestar atención a todos los detalles. Aunque Tom no es bipolar en la película, sino que tiene una alteración de la atención y hiperactividad. 

Vemos diversos pasajes de Tom y su madre Elena (Julia Chávez), de origen mexicano pero viviendo en Estados Unidos. Sobreviven gracias a las ayudas sociales del gobierno, con un padre ausente que no se hace cargo de las necesidades de Tom. De nuevo se confirman las palabras de Lorenzo Vigas que nos decía en la rueda de prensa de "La caja" en Venecia que hispanoamérica es matriarcal, porque muy a menudo los padres están ausentes (normalmente en la ciudad o en el extranjero para ganar dinero y mandarlo a la familia), y son las madres que se remangan para trabajar y sacar adelante a los hijos.

La comparación del cine mexicano con el estadounidense en esta película no tiene más que un ganador, la forma estadounidense de hacer cine gana, lamentablemente. Las acciones rápidas, con comentarios inteligentes, y un gobierno al que no se le ve la cara (solo se les escucha la voz pidiendo que rellenen formularios) hacen que esta película pudiera considerarse de Estados Unidos.

La disyuntiva que nos plantea, no solo de la vida de mexicanos en Estados Unidos, sino de la forma que tienen los educadores y los padres de echarse las culpas del problema de Tom, son sonrojantes. Tras escuchar que la profesora decía al resto de niños que Tom es raro, o que la única solución para los problemas del niño es que tome pastilla, los problemas aumentan creando nuevos debates: ¿ se debe de drogar a los niños con problemas de atención?. 

Los guetos vistos en la cinta no parecen una fantasía de los directores, en los partidos de baloncesto la mayoría del público parecían de origen mexicano, rompiendo en parte el discurso de que en Estados Unidos la integración de la inmigración se hace mucho mejor que en Europa. Si bien es cierto que muchas de las costumbres de estos mexicanos son ya "Made in USA", la tendencia que tienen en la película a juntarse entre ellos (amistades, ligues, eventos...) crea un gueto o comunidad chicana que como ocurre con la comunidad árabe en Francia, tiene una parte muy positiva y es que mantienen su cultura (historia, idioma, costumbres, etc), haciendo de Estados Unidos un país con más habitantes que hablan español como lengua materna que países como España o Colombia, con más de 50 millones de hispanófonos.

Está claro que la maternidad está de moda en el cine, no ya sólo en el cine español (alguien llegó a decir que la maternidad era la nueva Guerra Civil española). Exceptuando "La Caja", en el resto de cintas de hispanoamérica la temática de una madre y su hijo o hija están dando la vuelta al mundo con innumerables premios, tal es el caso reciente de "Noche de fuego" de Tatiana Huezo, "Sin señas particulares" de Fernanda Valadez, "Los lobos" de Samuel Kishi Leopo  o "Blanco de verano" de Rodrigo Ruiz Patterson.

Sin duda una película que nos hará disfrutar sí o sí con la sutil interpretación de la nueva estrella del cine Israel Rodríguez Bertorelli, quién de llamarse Roger Bertlain o algo parecido en inglés, ya estaría en las nominaciones a los Oscars y todo el mundo hablaría de él, demostrando que no solo en la película hay una segregación invisible, sino lamentablemente también en la vida real. 

Opinión: 3,5/5