Madres paralelas. Venecia 2021
La nueva película de Pedro Almodóvar, a parte de concursar, es la película elegida para abrir el festival, junto con "Les Promeses" de Thomas Kruithof. En el pase de prensa los aplausos finales duraron 2 segundos de cortesía forzada.
Almodóvar no se corta un pelo en esta cinta, y se posiciona claramente en un espectro ideológico en el que los grises no existen. No parece que Almodóvar haya realizado esta película pensando en los españoles, por la cantidad de temas políticos, históricos y profundos de nuestra sociedad que no hace falta explicarnos, por lo que parece más bien un documental en el que se cuenta el pasado de España mezclado con unos toque de actualidad. La cinta tiene el mérito de conseguir que al final de las 2 horas, que un extranjero se haga una idea del país y de los españoles.
Almodóvar nos presenta un guión excesivamente plano, básico, con una única historia central, la de Janis (Penélope Cruz) quien da a luz en un hospital, donde comparte cuarto con Ana (Milena Smit inmensa en este papel). Las dos mujeres terminan contactándose tiempo después de salir del hospital.
Se hecha de menos una diversificación de la historia y una paleta más variada de personajes. Todos parecen bailar al son de Janis, sin que parezca que tengan vidas o personalidad propias. Los cambios de temperamento de Ana con respecto a Janis también están poco desarrollados, pasando de un amor sincero al odio en cuestión de segundos, que hacen a la cinta aparentar falsedad, resbalar sobre una capa de aceite que no hace que se impregne en el alma del espectador. El sello repetitivo hasta la saciedad de terminar ciertas secuencias con fundido, llega a la irracionalidad de que en una de las secuencias se corta a la protagonista mientras habla por teléfono. Sin duda un error de montaje o de manejo del SoniVegas o AdobePremier, pero que queda escandaloso en una cinta que concursa y abre un festival como el de Venecia. Los diálogos "pingponianos" donde cada uno se da la réplica de forma automatizada, es quizás un sello de Almodóvar, en esta ocasión lo fusiona con cortar parte del texto mientras los protagonistas están en una escena, y continua la conversación en otra escena muy diferente y posterior, el uso de esta técnica es atrayente pero al usarla tanto termina por crear desgaste en la paciencia del público.
Si la forma de rodar de Pedro no termina de convencer en esta cinta, se puede admitir que la estética que elige es magistral, con los colores y complementos perfectos. El mensaje que el director quiere pasar, también es algo digno de mencionar, el feminismo, dignificar a los asesinados en la guerra, posicionarse políticamente mencionando lo mal que lo hicieron algunos políticos como Rajoy, violaciones, machismo, el amor de madre convertido en obsesión...todos estos son temas complicados, de los que cualquier director trataría con delicadeza no ya por evitar recibir críticas, sino porque los mensajes directos crean repulsión. Como dijo Viggo Mortensen, lo importante es que el público vea lo que no se muestra, ser sutil. En "Madres paralelas" la sutileza queda marginada llagando al extremo obsceno dónde Penélope Cruz lleva una camiseta con un mensaje feminista, y que aparece casi en plano fijo durante varios segundos, pareciendo decir al espectador: "lo has visto ya?". Quizás estos mensajes escritos o incluso las frases recuerden más a panfletos políticos, de lo que seguro que muchos utilizaran como arma arrojadiza diciendo que Almodóvar adula a los que le dan subvenciones. El propio guión hace un guiño irónico a los actores "que son todos de izquierdas". No parece que este sea el tema, lo que realmente parece suceder es que el director expresa una inquietud que tiene él mismo (para eso está el cine entre otras cosas), lo que ocurre es que lo hace de forma tan apabullantemente directa que uno se plantea si es una película u otra cosa.
Opinión: 3/5
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