Antlers: criatura oscura. Sitges 2021
El estadounidense Scott Cooper trae una historia sugerente donde un hombre es poseído por una bestia, y su hijo Lucas (un sobreactuado Jeremy T. Thomas) tiene que cuidar de él.
La trama se entrelaza con el pasado de maltratos de la profesora de Lucas, Julia (una medio aceptable Keri Russell) y su hermano policía Paul (Jesse Plemons aceptable para lo que tiene que hacer).
En el guión se encuentran trazas de los originarios "Americanos" que imaginamos que no se refieren a los Aztecas, Incas, Mayas, etc, si no más bien a los originarios de lo que es hoy Estados Unidos, con fabulosas bondades de cómo los indígenas enseñaban a los blancos colonizadores, y como un ser diabólico de la mitología india se está convirtiendo en realidad.
Como en un juego de videoconsola, donde cada pieza encontrada tiene una utilidad imprescindible posteriormente, los cuernos de seres desconocidos, o las bengalas de luz aparecen en el buen momento para ayudar a los protagonistas a avanzar linealmente hasta el final.
Sin mostrarnos nada sorprendentemente nuevo, "Antlers" tiene la virtud de hacernos meter en la oscuridad y tenebrosidad del film, llegando a conseguir que el espectador se asuste. También cae en los tópicos de las acciones ilógicas que conforman el ABC de las películas de terror, con escenas repentinas acompañadas de sonido estridente, o la típica persona (normalmente a la que ya hemos cogido tirria) que comienza a andar por donde ni Rambo con un bazuca iría solo. De hecho hay incongruencias donde se habla de allanamiento de morada, o de la falta de lógica cuando se ve una casa con síntomas de que un crimen se ha cometido allí y no se llama a la policía. Es verdad que aplicando la lógica las películas de terror duraría 3 minutos, pero quizás el espectador esté ya cansado de niños que se adentran en la oscuridad sin miedo a los gritos que hay dentro. El éxito de las películas de terror o fantásticas realizadas por los países nórdicos, radica en reconocer que el espectador tiene un cerebro racional dentro de la cabeza, y analiza todo lo que ve en la película. Desde este punto de partido, el cine del norte de Europa convence al espectador de que lo que está viendo es o puede ser real ya que tiene una lógica aplastante en las actitudes de los personajes, siguiendo un guión que respeta las leyes de la física (una mujer que no parece ir al gimnasio nunca podía enfrentarse a una bestia increíblemente fuerte de tú a tú).
Lamentablemente los dobles sentidos en los comentarios entre Paul y Julia sobre su pasado en California y la relación con Oregón, no llegamos a captarlos en España. Igual es como si comparamos Madrid con Soria, pero parece que la comparación venía a cuento en la película. De hecho vemos el aspecto de la EEUU profunda en Oregon, con un constante tiempo húmedo que hace a los habitantes huraños, y proclives a interpretar películas de terror como si de un "Twin Peaks" se tratara. También habrá películas de terror grabadas en Los Ángeles, pero la verdad es que la falta de niebla, lluvia, relámpagos, no favorecen el ambiente propicio para crear miedo.
Cooper realiza una cinta visualmente conseguida, con una trama que por su dinamismo atrapa a pesar de lo "tontainas" que son algunos personajes, sobre todo los policías. Con elementos que pensábamos que habían terminado, como unos chavales que le hacen la vida imposible al personaje de forma demasiado obvia, y que terminan apareciendo como por arte de magia en el bosque para servir de desayuno a la bestia, que curiosamente se encontraba allí como si hubiera utilizado un GPS para averiguar dónde estaban. Lo dicho, un cúmulo de tópicos, bien rodados y que permiten pasar un gran momento delante de la pantalla.
Opinión: 3/5
Comentarios
Publicar un comentario