La cordillera de los sueños. Los Goya 2022
Trilogía de sensibilidad desbordante
Utilizar una gota de agua como en "El botón de Nácar" para explicar la historia de un país, las estrellas de "Nostalgia de la luz" para hablar del dolor de unas madres o unas montañas como en "La cordillera de los sueños" para hablar de un golpe de estado puede resultar extraño, pero uno se lo puede imaginar. Hacerlo de forma tan dinámica que uno se sienta absorbido por las imágenes, eso ya requiere un grado de maestría que pocos cineastas tienen.
El director chileno Patrício Guzmán es una de esas rarezas, hace que sus documentales hablen de temas que normalmente se nos atragantan al ser locales. Pero él consigue darles un enfoque global para que terminen siendo galardonados y vistos por todo el mundo.
Con "La cordillera de los sueños" ha logrado ya varios hitos: Premio mejor documental festival de Cannes 2019, nominado en los Goya donde de ganar sería el primer documental en hacerlo en los Goya en la sección iberoamericana, y lo que está por venir. Uno de los mayores logros es hacer que el espectador disfrute viendo un documental, Guzmán lo consigue mostrando bellas imágenes desde montañas nevadas, hasta unas grietas en las rocas, o la fachada de la antigua casa del director en ruinas (plano impresionante el conseguido con el dron).
Un artista es el guardián de la belleza de su país
El director utiliza la cordillera de los Andes como eje conductor alrededor del que gravitan varios temas hilados con precisión de costurero. Describe la tristeza que supone que un paisaje tan grandioso solo sea visto por los habitantes de Santiago de Chile en paneles publicitarios dentro del metro, o en cajas de cerillas. Pero esta lejanía de muchos, contrasta con el sentido profundo que esta cordillera despierta en otros como un pintor que pinta los andes y vive en España, un escultor que crea obras de arte con la piedra extraída de los Andes, un vulcanólogo que encuentra respuestas a muchas de sus preguntas en los volcanes de estas montañas. Guzman se muestra así mismo siendo parte de este grupo, al retratarse como un chileno que vive en Francia, haciendo este documental sobre los Andes, con otras 20 películas sobre Chile. Y es que como indican en el film: " un artista es el guardián de la belleza de su país ".
Los Andes no son sólo un espacio de creatividad, también un recordatorio de que se está llegando a Chile para el viajero que los ve desde la ventanilla del avión, o la posibilidad de imaginarse que Chile es una isla donde los Andes son el mar. Este aspecto típico de las islas, según uno de los protagonistas, hace que los chilenos tengan una cultura muy cerrada y potente, con mucha identidad local.
Otros protagonistas del documental ven a los Andes como una madre, que aunque no se vea está ahí, protegiendo pero al mismo tiempo dividiendo, aislando a sus habitantes del resto del mundo.
Los Andes como excusa para entender Chile
La montaña es también la excusa para hablar de trenes fantasmas que llevan el cobre (la principal fuente de ingresos de Chile) al puerto. Los adoquines de Santiago de Chile también están hechos de la piedra de donde viene el cobre. Sobre esos adoquines hubo tanquetas y otros vehículos militares que dieron un golpe de estado el 11 de septiembre de 1973.
Con el camarógrafo Pablo Salas el documental se adentra en la dictadura de Pinochet, la represión posterior y el cambio de modelo económico que se instauró con los denominados "Chicago Boys" a los que Pinochet hizo ministros para aplicar el modelo económico que se entendía en Chicago.
Sobre este episodio se pudo ver en el festival de Cinelatino de Toulouse el documental "Chicago Boys" de Carola Fuentes y Rafael Valdeavellano, donde se da voz a estos economistas y se intenta entender su punto de vista. Aquí está parte del problema de Chile, la división fraternal entre los que creen que gracias a Pinochet el nivel económico de Chile es de los mejores de América, o la gente que piensa que ese nivel se hubiera logrado igualmente sin necesidad de un dictador, y la represión que conlleva. Sin haberlo pretendido Guzmán, su film se posiciona en el punto de mira de la actualidad, al estar inmerso el país en un proceso constituyente que ya se votó y debe presentar un nuevo texto constitucional.
En el documental se plantea el dilema de la diferencia abismal entre ricos y pobres, entre vender el país a empresas extranjeras o no, para llegar a ese nivel de vida "confortable" en términos generales. Una continua paradoja que hace reflexionar al espectador sobre los artistas que huyeron fuera de Chile y los que se quedaron, la derecha y la izquierda, los capitalistas y los anticapitalistas... aspectos de división que no son tales si se entienden las circunstancias existentes.
Un documental que nos mantiene en vilo delante de la pantalla, que nos encandila con sus imágenes de infinitas montañas nevadas para hacernos pensar profundamente en temas locales de la vida de Chile que pueden aplicarse a la vida actual de cualquier espectador.
Opinión: 4/5
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