SO2 Aguilar de Campoo 2021

Forever ///// Los veo ///// Fun sized trouble ///// In Flow of Words ///// Las heridas de mi casa

Forever, 4/5

de Mitch McGlocklin

Corto de animación con pequeños puntos luminosos que crean la realidad virtual. Una llamada del seguro de vida del protagonista, Mitch, nos da el pistoletazo de salida. En la llamada la mujer indica al protagonista que según sus estudios de Inteligencia Artificial (IA) no pueden hacerle el seguro por tener un riesgo alto.

El protagonista llega a la conclusión de que es por culpa de beber mucho alcohol, cuando sus amigos o doctores le decían que debía dejar al alcohol no los creía, pero la la IA sí, es la verdad. 

Sorprende la paradoja de que la IA sea más real que los propios humanos. La forma de contar la experiencia del director, nos sumerge en un mundo donde su elocuencia juega un papel tan importante como las imágenes insinuantes que van con las palabras. Una gran obra, sencilla pero con mucha imaginación y mensaje sutil.

Los veo, 3/5

de José Daniel Granados

En México un hombre pasa personas de un país a otro a cambio de dinero. Para ello utiliza un camión frigorífico para que no descubran la "mercancía".

Es un trabajo que no quiere hacer pero se ve en la obligación de realizarlo para poder pagar la medicación de su hija. En esta trama la muerte de unos es la vida de otros.

Una cinta bien rodada, con un guión profundo donde se podría haber hecho un largometraje ya que daría la oportunidad de haber conocido mejor a los protagonistas y secundarios. En los 22 minutos del corto, el espectador nota esa falta de profundidad de los personajes.

Fun sized trouble, 3/5

de Qiyu Zho

3 historias estadounidenses diferentes contadas en un corto de 16 minutos tiene mérito.

La primera historia es un hombre que parece un mendigo, tras entrar en un restaurante se masturba delante de una clienta.

La segunda historia es el de una mujer que se pone un vibrador anal de cola de zorro blanco y va a una cafetería, donde la graban y comienza una discusión.

La tercera, una mujer a la que atacan otras 3 por haberse acostado con el marido de una de ellas, la dejan en ropa interior mientras un viandante graba la escena.

La directora quiere poner al espectador en una situación de tensión, unido en algunos momentos con humor. Todo esto hace reflexionar al espectador sobre lo políticamente correcto, las clases sociales, la utilización de la fuerza por parte del pueblo, la privacidad o legalidad de grabar a otra persona o ser grabado en un lugar público, etc. Las interpretaciones son creíbles, exceptuando el enorme gazapo con la elección de la madre de la primera historia, donde un C-3PO oxidado tendría más naturalidad al interpretar y hablar. 

In Flow of Words, 1/5

de Bots Eliane Esther

Como indica el propio festival "Sigue los relatos de tres intérpretes del Tribunal Penal Internacional para la antigua Yugoslavia. Interpretaron testimonios estremecedores de testigos, víctimas y victimarios, sin permitir que sus propias emociones, sentimientos e historias personales estuvieran presentes. A diferencia de su posición en el tribunal, esta película sitúa sus voces y experiencias en el centro del escenario"

Falta absoluta de dinamismo en este corto holandés, con cero acercamiento o empatía hacia el público que se ve abocado a aguantar los eternos 22 minutos, entre imágenes de una mujer escuchando un audio o una muñecos encima de una mesa.

Sin duda una oportunidad desperdiciada por acercar a los espectadores un tema tan interesante como el del Tribunal Penal Internacional, que deriva en una video experimental que pierde todo sentido sobre la idea original del guión. 

Las heridas de mi casa, 0.5/5

de Claudia Estrada

Lo mejor de este corto es que son solo dos minutos. El resto son fotos en blanco y negro que sirven como pretexto para que no aburra del todo la voz en off que relata una especie de poesía. 

De nuevo, el concepto de corto para presentar a concurso es sorprendente. En este caso el formato se parece a los cortos que presentó Antonio Saura en Sitges (Goya 3 de mayo) y San Sebastián (Rosa Rosae), que parecían más un videoclip barato que otra cosa, donde las imágenes pasaban a medida que se escuchaba la música, sin ninguna trama ni guión interesante. Pero en este caso la realizadora no se llama Saura, y cuesta más aún entender cómo está en un festival de cortos.