Brian and Charles. SUNDANCE 2022

Jim Archer sorprende en la competición de Sundance 2022 con el paso del corto de 12 minutos "Brian and Charles" a lo largo de hora y media del mismo nombre.

Crear un robot para no estar solo

Brian (David Earl) está pasando un mal momento, triste, sin amigos, con gente que se burla de él, que se compadecen de él no cobrándole lo que compra, y para más inri vive en donde nunca se pone el sol: el Reino Unido.

La depresión parece ser permanente, por lo que decide construir un robot tras encontrar una cabeza de maniquí, unos guantes, pantalones, camisa, etc. Tras una tormenta el "engendro" se vuelve robot con inteligencia artificial, o en inglés AI, o como dice el protagonista "Aaahee".

El concepto de la cinta es cercano, inteligente, divertido, intimista puesto que con cámara en mano, o al hombro o donde la poseen, la cinta está grabada en plan documental, donde cual Ricky Gervais en "The office", Brian también mira a la cámara, incluso mantiene alguna conversación con el cámara. Todo en esta cinta está milimétricamente pensado para crear un sentimiento general de "buen rollo", de alegría general, desde el pasamontañas de Brian, ha las gafas del robot Charles (Chris Hayward) haciendo que lo que podría ser una ridícula parodia de "Frankenstein" se convierte en una entrañable historia de amistad y compañía, de creer que uno mismo puede hacer cosas increíbles, incluso crear un robot con vida a partir de desechos de un vertedero...

La empatía de un robot

Charles es directo, su falta de pudor hace que hable con Hazel (Louise Brealey) la chica que le gusta a Brian y la invite a pasear. Sin pecar de inocentes, la cinta nos muestra que ha veces hay que dejar a un lado el miedo ridículo que nos bloquea para decir lo que realmente queremos decir, al igual que Frankenstein, aquí Charles dice que lo que siente aunque no tenga un verdadero corazón humano. 

En la cinta se van sucediendo e incorporando los personajes, desde la soledad de Brian, a Charles, a Hazel... pasando por el abusador del pueblo quien es tan excesivamente malo que nos hace dar cuenta de que estamos viendo una verdadera comedia loca sin pensar en más allá.

La cinta nos muestra los momentos de soledad del Reino Unido profundo, al igual que la también británica "Shaun the Sheep", vemos casas alejadas unas de otras donde las relaciones humanas son complicadas, un mundo casi idílico donde casi no existen los móviles y donde la sola compañía es o un robot o las ovejas. 

Una película distinta

Se agradece la frescura de películas como esta, donde vemos caracteres completamente fuera de lo habitual pero que aprovechan sus diferencias para vendernos sentimientos de una forma diferente (el amor de un robot por su creador, o las ganas de este robot de conocer mundo). Esto crea una parodia que hace que nuestras defensas bajen, haciendo que el mensaje pase mejor, de hecho el humor bien utilizado es la mejor herramienta para transmitir los mensajes más duros. En esta cinta podemos ver temas tan duros como la depresión, soledad, posible intento de suicidio, locura, paranoia, abusos físicos, humillaciones, desesperanza... pero todo ello está tratado con un humor tan fino que a lo largo de la cinta no vislumbramos un gran melodrama.

Una película arriesgada, redonda, con humor inteligente y que consigue hacer llegar al espectador varios mensajes de una forma muy sutil pero clara.

Opinión: 4/5