Omara. MIAMI 2022
Hugo Pérez es el director estadounidense que presenta su obra en el festival de cine de Miami 2022. Su obra trata de algo conocido, de sus raíces cubanas.
La vida de una de las cantantes más icónicas del mundo, la cubano-española Omara Portuondo, se convierte en documental, al ser una fuente inagotable de paradojas, empezando por su propia concepción: madre blanca (Esperanza Peláez) y padre negro (Bartolo Portuondo) en un momento en Cuba en el que no estaba del todo bien visto. Su madre de clase alta, su padre de clase media. Ambos se amaban, cantaban juntos y creaban una simbiosis que en general se puede ver en diversos detalles del documental.
En 1947 Omara empezó con la banda Loquibambia Swing. Después, con 17 años, consiguió una plaza en el club de cabaret Tropicana de Cuba. Bailó con la famosa compañía Mulatas de Fuego en el Teatro Radiocentro.
Omara ilumina a mucha gente por su peculiar visión positiva de la vida, al igual que Celia Cruz, que parece venir de la completa dedicación a su país, su arte y el amor por sus fans.
El público puede vislumbrar cómo es Omara, pero sin llegar a conocer intimidades que la propia artista no quiere desvelar, como la vida con su ex-marido y los motivos de su separación, de cuyo matrimonio tuvo a su hijo Ariel Jiménez, quien es productor ejecutivo de este documental. Un film que la sigue por Estados Unidos, Europa y Japón.
Omara es conocida internacionalmente sobre todo por su participación en el legendario Buena Vista Social Club. En el documental aparecen dos de sus integrantes y amigos, Ibrahim Ferrer y Rubén González, provocando uno de los momentos nostálgicos del film.
Un guión sin salirse de los parámetros normales, con entrevistas, voces de la propia artista describiendo su vida (incluso desvelando su edad), momentos cotidianos... nada que nos puede llegar a sorprender dentro del mundo de los documentales. Sin duda detrás de este homenaje parece estar la hulla de su hijo, pero también de un pueblo a una parte actual de su cultura, de algo más por los que sentirse felices de ser cubanos. El reconocimiento de esta mujer en Cuba podría ser normal, pero el film inteligentemente nos sorprende mostrando ese reconocimiento más allá de las fronteras de Cuba o de la comunidad cubana, mostrando que hasta en lugares como Tokio, una parte de Cuba hace sentir vivos a sus habitantes.
Opinión: 3/5
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