Alcarràs. MÁLAGA 2022
Carla Simón vuelve a deleitar al público del festival de Málaga varios años después de ganar el festival con "Verano 1993".
En esta ocasión está fuera de competición en la sección oficial por un bello motivo, ganó el festival de Berlín 2022.
Un estilo propio de producción
Su productora María Zamora confirma que es una de las productoras con mejor ojo de España, apostando por directoras y directores jóvenes, con una forma de rodar que se sale de lo que estamos acostumbrados a ver en España, con obras como "Libertad", "Los días que vendrán" o la propia "Verano 1993".
Con "Alcarràs" la fórmula exitosa es la misma que en las anteriores, crear personajes tan verídicos que pareciera que estamos ante un documental, dando lugar a un falso documental que consigue mostrar lo que intentan mostrar los documentales: la realidad. En este caso, una familia de agricultores a los que una sociedad de paneles solares quiere despojar de sus tierras de melocotoneros para "plantar" sus fuentes de energía renovable.
La familia como centro de la trama
Partiendo de la premisa de la importancia del campo, que puede verse ya desde el carte que parece simular en ciderta medida el cuadro "El Ángelus" de Millet.
La fractura en el seno de la familia, culpabilizando al abuelo por no firmar unos papeles en la época en la que muchos tratos se hacían de palabra. Las frustraciones propias culpabilizando a un familiar, o el odio contra el familiar que se sabe adaptar a las nuevas circunstancias por la impotencia de mirar el fracaso propio, hacen de esta película un estandarte de la frase: donde hay confianza da asco.
Los planos "secretos" grabados aparentemente en momentos personales de los protagonistas: comiendo melocotones o tirándose a la piscina, así como una comedida dosis de humor, hacen que la película sea redonda, transmitiendo el ambiente único de la vida de una familia de agricultores típica de España, que podría ser de Europa.
Uno de los valores de Simón es precisamente sumergir al público en el ambiente del campo, para después continuar escarbando con ayuda de su guión para ir profundizando en la personalidad de los personajes, mostrando claramente las afinidades y diferencias entre las diferentes generaciones que se dan lugar en la família, desde el pausado y apabullado abuelo hasta la inocencia exasperante de los 4 niños.
La moda del falso documental
El movimiento de falso documental empieza a ponerse de moda y dar sus frutos. Curiosamente otra película muy parecida "Libertad" de Clara Roquet también concursó en otro festival europeo, Cannes 2021. Incluso "Costa Brava, Líbano" coescrita por Clara Roquet, que participó en Venecia 2021, tiene muchos puntos en común con las dos anteriores, no ya sólo la idea de una casa en la naturaleza, con piscina, con niños o jóvenes a los que la cámara sigue de cerca por la espalda. También en las 3 hay un personaje mayor que iguala la balanza de inocencia infantil, en un caso con humor como en "Costa Brava, Líbano" en otros con alzheimer "Libertad" o como promotor del problema en "Alcarràs".
Incluso en "Costa Brava, Líbano" la idea de una familia que disfruta del campo, siendo asediada por la construcción de un vertedero cercano, se asimila enormemente a la idea de "Alcarràs" donde el vertedero se sustituye por placas solares. El toque de falso documental también pudo verse en magistrales películas italianas como "Il buco", " A chiara", "Atlantide", "Reality" o "Lazzaro feliz". Por cierto, en esta última aparece el gran Sergi López, que por más de un momento pensamos que es el protagonista de "Alcarràs" por su parecido físico y voz.
La cinta de Simón muestra la maestría para rodar con ese estilo documental realista que en España aún sorprende y que crea unos ambientes imposibles de transmitir con otro método de rodaje o interpretación. Muy acertado el elenco, que parece no profesional ayudando a la frescura general de la cinta.
Opinión: 3,5/5
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