1976. CANNES 2022
La directora chilena Manuela Martelli debutó en la dirección en su largo "1976" en la Quincena de los Realizadores.
La fecha tiene un significado para Chile, por endurecerse aún más la represión de la dictadura tras el golpe de estado de 1973. Por la parte personal, la abuela de Manuela murió en ese año, a la que no pudo conocer, siendo la cinta una especie de homenaje.
El film está protagonizado sólidamente por Alejandra Moffat, cuyo papel es el de una mujer adinerada, que va a su casa de vacaciones. Una vez allí, se ve envuelta en ayudar a los opositores a la dictadura, arriesgándose a ser encarcelada o asesinada.
Madurez en la primera película
La muestra de madurez de Martelli es sorprendente, para ser su primer largometraje, los personajes quedan bien definidos, el guión es sólido, las actuaciones armoniosas entre ellas. Si bien el guión cuenta algo a lo que ya empezamos a estar sobreexpuestos con el cine chileno, hablando de la dictadura desde el punto de vista del drama, la directora consigue tener un toque original al centrarse en pequeños detalles, como la mezcla del color rojo siempre presente, o frases que aliñan la cinta con mensajes potentes como el de la niña diciendo "yo no quiero ser una muñeca, yo quiero ser un animal".
Arriesgar por el bien común
Fueron muchos los peligros que ciertas personas, con una situación económica holgada, pasaron por ayudar a las organizaciones que estaban contra el dictador. En el caso de la protagonista, las escenas de tensión empiezan a ser constantes a partir de la segunda mitad, creando un ambiente eléctrico que obliga al espectador a agarrarse a su butaca.
Al igual que el documental que Patricio Guzmán presenta en Cannes este año "Mi país imaginario", ambos tejen una relación entre el pasado y el futuro, con ciertos elementos comunes. El posible espionaje del gobierno, el monopolio de la violencia, el conseguir que al final gobiernen los mismos, o que levantar la voz pueda suponer la muerte o el repudio público.
Como indica la directora en la entrevista que nos concedió: "no hay una relación directa, ni era una pretensión para mí; yo pensé en escribir el guión mucho antes, y como los procesos de escritura son tan largos, pasaron muchas cosas entre medio en Chile. Y para mi, en realidad, el link entre ambas cosas tuvo que ver en que de alguna manera el preguntarse por el presente en relación con el pasado, siempre tiene sentido, tener esa noción del tiempo... siempre es una riqueza".
Definitivamente "1976" es una de las obras chilenas a tener en cuenta este año.
Opinión: 3/5
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