Viaje. FESTIVAL DE LIMA 2022
La historia cuenta la noticia recibida por un hombre, tiene cáncer, y decide irse lejos, a un pueblo, a una casa abandonada que pertenecía a su abuela.
En este pueblo hay una chica, quién parece tener poderes sanatorios. En el pueblo la veneran como a una virgen, incluso se viste de eso mismo.
Hasta aquí, la historia suena interesante, porque el espectador puede pensar si el hombre se curará o no, gracias a tocar a la virgen, y en realidad la toca, y bien.
Pero la sorpresa viene con los movimientos robotizados de los dos protagonistas, Marco Antonio Miranda y Estrella Aguilar, cuya interpretación parece forzada, diríamos que están mirando constantemente por el rabillo del ojo dónde está la cámara o el director.
Como ejemplo de esta rigidez extrema, quizás pedida por el director, tenemos la escena de la primera vez que se ven los protagonistas, en un lago, se dan la mano, la forma de extender el brazo de la actriz, rompe el encanto de la película hasta ese momento.
Tampoco podemos olvidar la forma de andar del protagonista, quién diríamos que está a cámara lenta, forzandose a sí mismo, a andar despacio, cuando le dan un cubo vacío.
Con estas actuaciones poco creíbles, el espectador rechaza la historia, sin hacerla suya, al no terminar de calar en el alma. Uno se desapega de los personajes, perdiendo eso que es muy importante en cualquier film, la empatía con la historia.
A destacar momentos que hacen esta película diferente, como la filmación de varios minutos de la masturbación del hombre, o más bien el intento, desde un ángulo en el que se ven los testículos, después el pene, la mano y la cara del hombre. Diríamos que es un exceso, no por la imagen en sí, sino, por la duración, que no aporta absolutamente nada a la trama de la película. Podríamos incluso decir que es una versión en masculino, de la película argentina "Las hijas del fuego".
Sí bien el director, quizás, quiso ser original, volvió a intentarlo con la escena final del protagonista y el cuchillo, aunque más que original, parece un homenaje al cineastas surrealistas Luis Buñuel.
La cinta muestra un querer y no poder, en la idea de ser original, diferente, aunque cae en el abismo de la falta de calidad en la dirección de actores, o quizás esto fue a propósito, buscando una especie de obras experimental muy de moda en España como "Destello bravío", "Espíritu sagrado", "Lua vermella", "Longa noite" etc, dónde el problema no son las actuaciones faltas de calidad, sino, los espectadores que con su limitado conocimiento o preparación previa, no llegan a apreciar este tipo de cine ni la gran obra original que acaban de ver.
Opinión: 2/5
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