Blanquita. VENECIA 2022
Cómo no podía ser de otra manera, el cine chileno nos vuelve a dar su dosis de dictadura festivalera, esta vez de una forma un poquito más sutil, pero sin dejar de lado al omnipresente Pinochet, si cobrara Royalties por cada vez que se le nombra en las películas chilenas de los últimos años, su familia se volvería, aún, más rica.
Y es que, en esta ocasión, el director Fernando Guzzoni narra un guión basado en hechos reales, en donde una joven llamada Blanquita, fue torturada con descargas eléctricas y violada repetidamente, entre ellos por el que posteriormente fuera senador y persona cercana a Pinochet.
De nuevo el monotema del cine chileno actual
Un cine oscuro, como no podía ser de otra forma, en el que en el transcurso de la película vemos distintos diálogos, normalmente bidireccionales y repetitivos, en donde la protagonista, Blanquita (Laura López), siempre con cara muy seria, repite que la violaron, con la respuesta del resto de personajes negandolo, en donde cuál película de Hollywood son todos malos e intentan hacer pasar por mentirosa a la Blanquita.
Un guión ya visto en repetidas ocasiones en otro tipo de películas, en esta ocasión y en los tiempos que corren, no sorprende que haya una relación con la dictadura, y si bien es necesario contar todo lo que ocurrió en esa época, parece excesivo que casi el 100% de las películas que salen de Chile y van a festivales internacionales (con notables excepciones como "El agente topo", , "La Verónica", o "La nave del Olvido"), tengan que tratar con EL ÚNICO tema, como si Chile viviera en una continua "dictadura", sin que exista un antes no un después. Como ejemplo tenemos "1976", "La cordillera de los sueños", "Mi país imaginario", "Matar a Pinochet ", "Bestia".
Quizás sea debido al tipo de cine que realmente gusta fuera del país andino, o incluso dentro, o quizás es por el tipo de subvenciones que se dan dentro del cine chileno y que tienen que estar estrictamente alineadas con un tipo de temática.
Independientemente de que la película "Blanquita" tenga calidad o no, se está creando tal saturación monotemática, que el espectador llega a considerar aburrida una película que no lo es, simplemente porque las últimas 25 películas sobre Chile que ha visto en festivales, tratan de lo mismo.
Actuaciones increíbles
Volviendo la película, las actuaciones no serán recordadas por la destreza en los registros, ya que la gestión sobreactuada de la protagonista así como la de los acompañantes que dan la réplica, no aportan nada novedoso al mundo cinematográfico.
A destacar una de las primeras actuaciones de un chico, Carlos, que está apunto de tirar por la borda el resto de la película con su actuación completamente fuera de lugar y increíble, en el sentido de que uno no es capaz de creerse cómo está actuando de tal forma en una película que se considera profesional, no ya solo por su actitud facial, sino, por el tono de voz.
"Blanquita" es otra película más sobre la dictadura con crítica a la iglesia, desde un punto de vista de los abusos de un senador, sin que vaya más allá de diálogos sobre la acusación y la defensa, pareciera que estuvieramos viendo "Kramer contra Kramer" pero con un monótono dónde desde un inicio sabemos cuál va a ser el final cuando uno se topa con el poder.
Opinión 3/5
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