El sabor de las manzanas es rojo. TORONTO 2022
El director sirio, con estudios en Jerusalén, Ehab Tarabieh, que precisamente nació en donde se rueda el film, en los Altos del Golán, nos muestra de forma poética estos prejuicios, no ya solo a nivel social o religioso, sino también político.
Guión
El jeque Kamel, un respetado líder religioso de la comunidad drusa de los Altos del Golán ocupados por Israel, recibe la inesperada visita de su hermano Mustafá tras 47 años de exilio.
Cruzando silenciosamente la frontera fuertemente custodiada desde Siria, tras haber atravesado la actual guerra civil, Mustafá se presenta en la puerta de Kamel herido y solo. Kamel llama a su hija Salma para que cuide a su tío enfermo mientras él contempla qué hacer. El jeque no quiere que la desagradable noticia del regreso de su hermano llegue al resto del pueblo.
Es por un acuerdo especial con el Estado sirio que se permite a los drusos seguir viviendo en la región disputada. Sin embargo, mientras Mustafá estaba en el exilio, se alineó con la oposición estatal. Cuando Daud, el representante de la aldea para el régimen sirio, se entera del regreso de Mustafá, se propone como misión la captura del hombre, lo que plantea a Kamel una elección imposible entre la familia y su deber para con la aldea.
Uso de la insinuación y poesía
Hay que destacar el buen ojo del director para transmitir las ideas insinuando, utilizando un lenguaje indirecto como por ejemplo son las terribles ovejas, que pareciera que representarán a los humanos en una guerra civil, donde unos se matan a otros en nombre de un poderoso "malo", al que se le puede llamar lobo o dictador de turno. Este espera su momento, cuando todos estén muertos, para lanzar su ataque de carroñero.
Incluso la situación de Israel con respecto a la ocupación de los Altos del Golán está visto desde un punto diferente al habitual, ya que, en esta ocasión se muestra la suerte que tienen los protagonistas de estar en territorio israelí y así evitar esta guerra, que solo se da en territorio sirio, sin que las balas o bombas se atrevan a pasar al estado judío.
Constantes contrastes
Una película con un corte que pareciera iraní, en donde la tranquilidad de los protagonistas contrasta con el momento de desastre que observan a través del telescopio. Hay otros momentos de extremos, ya que la muerte y la vida, o la venganza y el perdón, se muestran de forma consecutiva y magistral en la cinta.
Una muy buena obra que aporta ideas nuevas y actuales, sazonadas con poesía para conseguir transmitir su visión.
Opinión: 4/5
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