Historias para no contar. TORONTO 2022
Como nos tiene acostumbrados, tenemos una historia fresca, dinámica y con giros inesperados como ya lo hizo en "Sentimental" del 2020 y con "Una pistola en cada mano" del 2012.
Al igual que hace diez años, esta nueva cinta cuenta con actores referencia en España como son: Chino Darin, Anna Castillo, Javier Rey, Quim Gutierrez, Brays Efe, Verónica Echegui, Eva Reyes, Alex Brendemühl, Antonio de la Torre, María Leon, Jose Coronado, Alexandra Jiménez, Maribel Verdú, o Nora Navas.
Especial atención a la brillante interpretación de Quim Gutiérrez, quien consigue algo que muy pocos actores pueden lograr, hacerte reír y llorar al mismo tiempo, haciendo sentir al espectador una grandísima compasión y empatía. Otros actores que tienen esta capacidad serían Salva Reina o Steve Martin (en su buena época).
El nexo común de todas las historias radica en contar, o no, secretos. En particular, secretos que uno no debería saber. Sin llegar a la profundidad o seriedad de otras películas, el director divide en historias individuales la idea de no conocer los secretos ajenos. Esta soltura en el humor la aleja de obras con la que se podría comparar, como "Relatos salvajes", ya que el arma utilizada para que nos sintamos identificados con las historias es el siempre presente sentido del humor.
El humor como referencia del cine español en taquilla.
Esta cinta se une a otras que se han visto este año con un estilo de humor muy particular, tirando a lo irónico en algunos casos, como en "Espejo espejo", al humor absurdo de "Isósceles", al de estereotipos de "El mundo es vuestro", al familiar y blanco "Padre no hay más que uno". La mayoría con buenas recaudaciones en taquilla, lo que da un indicio de lo que le gusta al público. Si bien tampoco la idea es hacer una película expresamente para el público, pero olvidar a este casi desafiantemente, haciendo obras que solo los familiares del director o directora entienden, no ayuda a que la gente tenga una mejor imagen del cine español. Una muestra de ello es la bajada de espectadores, tras el Covid, para ver películas nacionales del cerca del 25% al 15%. Como referencia, en Francia este dato se mantiene estable al rededor del 43%.
El sello de autor de Cesc
Como podemos deducir, esta cinta podría ser denominada "comercial", sin duda un merecido halago, ya que podrá ser disfrutada por mucha más personas que si quedara relegada al ostracismo. Adicionalmente a la facilidad para poder ver esta cinta, tenemos el sello claro de Cesc Gay como cineasta de autor en todas ellas: la iluminación clara, casi teatra, la falta de sombras, los colores vivos, los diálogos inteligentes e irónicos... son la marca de la casa.
La película abre un debate interesante, ya conocido por todos, sobre la necesidad o no de conocer la verdad. ¿Ayuda conocer todos los detalles de nuestra pareja o amistades?. Querer conocer los secretos de otros alimenta la dinámica para que quieran conocer los nuestros, y una cosa queda clara en esta obra, y es que todos tenemos secretos.
Opinión: 4/5
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