La canción de Claudio. SUNDANCE 2023
En muchas ocasiones los cortometrajes pasan desapercibidos en un festival como Sundance, pero igual en Cannes, Venecia o Toronto. Lo de San Sebastián es ya un caso aparte con Next. Pero el caso es que este corto "Claudio´s song" o "La canción de Claudio" (Sesión cortometrajes de medianoche) es simplemente una obra maestra de 10 minutos, hecho con sangre, humor y ritmo.
Made in Nordic
Parece que los únicos que saben condimentar estos elementos para hacer grandes obras son los nórdicos. En el caso de este corto, el director sueco Andreas Nilsson emula a sus vecinos como al danés Ruben Östlund "El triángulo de la tristeza", o a los noruegos Joachim Trier "La peor persona del mundo", y Hallvar Witz "Todo el mundo odia a Johan".
La idea de sacar de un maletero a un hombre ensangrentado para meterlo en un frigorífico es tan básica que bastarían 20 segundos para filmarla. Andreas se inventa una locura que comienza en la propia vanidad del protagonista, quien se gana la vida por ser guapo y quedar bien delante de las cámaras. El casco ridículo en donde se puede poner una cámara, parece más bien una parodia-licencia del director para mostrar la obsesión de estos nuevos ídolos.
Los captores son feos y gordos, por lo que se están tomando la venganza por todo eso que ellos no tuvieron. Si bien el film es de producción británica, el idioma hablado es el ruso, el francés y un poco de inglés. Esta es otra de las incógnitas que se crean en este mundo donde una canción puede quedarse en la cabeza por horas "his name, his name was Claudio...", el compositor Hans Appelqvist es el culpable de esto.
Dinamismo, dinamismo y dinamismo
La maravilla de movimientos de cámara siguiendo los gestos de los actores, la plasticidad de las imágenes combinando colores y actuaciones que calan en el espectador, la constante pregunta de "¿qué está pasando?" hacen que la cinta se mantenga viva y dinámica durante los 10 minutos de visión. Cuando pensamos que todo a acabado, el director nos muestra que viene del mundo del videoclip y nos deleita una vez más con un dedo-tocadiscos que crea una versión de la misma canción, con personajes del futuro, parecidos a los creados por Jean-Pierre Jeunet y su "La ciudad de los niños perdidos" con un malvado que se parece mucho al del cortometraje.
Con films como este, donde apartar los ojos es imposible, se respira el amor por el cine, por el buen cine, por el que piensa en el espectador para darle algo arriesgado, complicado y diferente, con la duración justa sin extensiones innecesarias, artístico y dinámico, todo esto hace que se renueve la pasión por este arte.
Opinión: 4,4/5
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