Industria, la clave del festival CLERMONT FERRAND
Clermont Ferrand (CF) tiene muchas similitudes con multitud de festivales y ciudades. Con Sundance tienen en común que es una ciudad donde hace mucho frío, o con Cannes que es el mayor mercado del cine en su segmento.
Festival único en su especie
CF es único, 45 años desde que comenzó con la edición nacional, y aún se mantiene fiel a sus principios de no cambiar, y ser únicamente de cortometrajes.
En el festival podemos ver todos los cortos todos los días, pero lo importante aquí es el mercado. Una parte de industria más grande que las que hemos podido ver en festivales de cine clase A, y es que CF sería clase A+.
No ya sólo por la extensión de industria, ni por el número de acreditados, ni de visitantes, sobre todo por las salas llenas cualquier día de la semana, donde el público PAGA POR VER CORTOMETRAJES. El sueño húmedo de cualquier distribuidor de cortometrajes, que en esta ciudad de la Francia profunda, se cumple durante 10 días al año.
Los stand de la parte de industria tienen la misión de facilitar las reuniones entre compradores, vendedores, distribuidores, productores, cineastas, o simplemente vender una determinada imagen del país.
Los casos de las instituciones siempre respetadas como Unifrance, CNC, L´agence du court métrage, o en menor medida el INA, están para informar de las distintas ayudas, protocolos para conseguirlas o las actividades para promocionar el corto como "My French Film Festival" online o "La fiesta del cortometraje" que se celebra en varios cines de toda Francia.
Televisiones y plataformas
Las charlas donde las televisiones presentan lo que piden o como está el mercado del corto en sus empresas ocurren todos los días de 10 de la mañana a 13:30, donde tenemos entre otros a MUBI, LRT, SRF, TV5 Monde, Arte, Canal +...
Los pitching son continuos en parte de la industria, durante unos minutos un director en busca de financiación muestra su proyecto delante de todos, libre acceso con acreditación.
Los pitching uno a uno en mesas también son posibles, con salas enormes donde potenciales compradores o productores escuchan las ideas del mundo entero.
A parte proyecciones en bloques por países fuera de concurso pueden verse en la sala Conchon: Colombia, España, Escandinavia...
Stands
En el caso de Escandinavia, en su estand se reúnen varios países para mostrar la funcionalidad de estos países norteños: Islandia, Dinamarca, Noruega, Finlandia y Suecia.
Un caso de funcionalidad y ahora de recursos económicos y medioambientales seguido por Bélgica, donde tenemos en el mismo stand la parte Flamenca y la Francesa (Valona).
Por el contrario, en el caso de España se entiende de otra forma, donde en su stand podemos encontrar a las film commissions del país excepto a la de Cataluña, que tiene otro stand justo enfrente. Presentes están 3 distribuidoras y el día del Meet and Greet tuvimos la suerte de tener a los 3 cineastas españoles presentes en competición internacional: Pedro Días (La entrega), Enrique Buleo (Las visitantes) y Estibaliz Urresola (Cuerdas), con especial agradecimiento a Estibaliz (Cuerdas) que en breve concursa en Berlín con su largo "20000 especies de abejas".
¿CF a la española?
Una cita, la de CF, que podría replicarse a otra escala en España, en el festival de Málaga, que como nos comenta Brais Romero ( responsable de La Distribuidora del ECAM), se pretende hacer un stand del corto español. Málaga ha tomado el todo por los cuernos y ya el año pasado apostó por la unión y fomento de la parte industrial a nivel hispanoparlante, con presencia de varios países iberoamericanos juntos. Este año, Málaga da un paso más y necesario, con este nuevo proyecto de unir y referenciar la industria del corto nacional.
Fundaciones como la ECAM están presentes en la industria, entre otras cosas, para poder mostrar fuera lo que se hace dentro del cortometraje de sus regiones. El ajetreo es intenso en la parte industria, al ser solo 4 días para pasar y recibir la mayor cantidad de información posible.
Un mundo, el de industria, en ocasiones escondido, invisible en los festivales, alejado del glamour de los photocalls, pero que forma el riego sanguineo necesario para que los cortos se puedan hacer y difundir.
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