Silver Haze. BERLIN 2023
La directora holandesa Sacha Polak filma la vida de la británica Franky (Vicky Knight).
La relación de ambas va más allá que la de una directora y su protagonista. Polak se basó en la verdadera vida de Vicky para formar el personaje principal, en donde una joven británica, hastiada de la vida tras haber sufrido grabes quemaduras 15 años antes, intenta encontrar respuestas sobre quíen fue el causante y llevarlos ante la justicia.
Realidad y ficción muy cerca
Tanto Vicky como Franky trabajan en un hospital, una compartiendo su trabajo con la actuación, y otra a tiempo completo. La delgada línea que separa la ficción y la realidad se vuelve más estrecha aún por la forma "desinhibida" de grabar de la directora, a esto ayudan los planos largos, escudriñando cada reacción facial de todos los componentes de la familia en una habitación, guiándose por trayectorias casi imposibles, rodeando a los protagonistas, con desenfoques realizados a propósito, o cortes en las secuencias.
Rodaje natural
La naturalidad que pretende infringir en la película se parece, una vez más, al cine social británico, sobrio, sin humor, clases medias-bajas luchando por una injusticia, con comportamientos erráticos y sin una misión constructiva en la vida, más bien quijotesca. Alejándose mucho del cine social británico alegre, con humor, de otra cinta similar ganadora en Sundance 2023: "Scrapper".
Los personajes se mueven en un circulo muy estrecho, donde la familia: madre y hermanos, son un centro para todo lo que uno quiera hacer en la vida, incluso necesarios para recibir la aprobación, o no, de una relación amorosa con alguien de distinto o mismo sexo.
No solo vemos los juicios (más bien prejuicios) hechos por la familia sobre ciertos temas, también la sociedad, personificada en un grupo de chavales en el autobús, muestra las estrecheces de miras que más bien pareciera del siglo pasado.
El mensaje de la cinta no termina de quedar claro, igual influyen unas actuaciones que no resaltan por su brillantez, llegando a rayar la sobreactuación en momentos de máxima ira de la protagonista. Lo obra pareciera decirnos que, a veces, es mejor pasar página, no obsesionarse con un pasado que no va a cambiar por mucho que lo intentemos, haciendo que esos 15 años de tortura psicologica pudieran haber sido 15 años mejor aprovechados.
Opinión: 3/5
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