Melk. VENECIA 2023
La holandesa Stefanie Kolk dirige y co-escribe esta peculiar obra del buen samaritano versión madre, compitiendo en Venecia dentro de la sección Giornate degli Autori.
Frieda Barnhard interpreta a Robin, una chica que se queda embarazada de su pareja Jonas, interpretado por Aleksej Ovsiannikov. Tienen un aborto pero deciden donar la leche materna que Robin sigue produciendo, para ayudar a los niños que nacen prematuramente.
Idea peculiar
La idea le vino a la directora durante un festival, como informa en el comunicado de prensa: “Hace unos años recibí una invitación para un festival de cine en Londres. Tuve que dejar a mi hija de 1 año con mi pareja en Amsterdam porque se había resfriado, todavía estaba amamantando en ese momento, pero decidí que esta semana de separación era un buen momento para dejar de dar de mamar. Empecé a reducir el bombeo y, después de unos días en Londres, fue como si mi cuerpo recibiera el mensaje:
Todas las mañanas notaba que mis senos estaban más vacíos que la anterior. Para mi propia sorpresa, eso se sintió profundamente inquietante.
Mientras deambulaba por las calles de Londres, me vino a la mente mi hermana mayor. Hace muchos años, ella había tenido que reducir el consumo de leche después de que su primer bebé naciera muerto. Sentí que había algo en ella que se había perdido, en lo que no había pensado debidamente antes: la leche. Me preguntaba: ¿y si ella, o alguien en su misma situación no dejara de bombear, sino que continuaría? Me fascinó esta idea y
Decidí buscar si podía encontrar alguna mujer que tomara este camino.”
Frialdad y naturalidad
La cinta está tratada con una frialdad que seduce, desde las actuaciones del elenco completo, en el caso de las caminatas en silencio, como en el hospital, las miradas y movimientos de las personas resultan extraordinariamente creíbles, sin caer en un falso documental. Incluso el chorro de leche de los senos se siente real, y es que, como informa la directora:
“Una buena amiga acababa de dar a luz. Nuestro maquillador especial Rolf van Eijk recreó el cuerpo de mi amiga en Frieda: su barriga postparto, sus senos, hasta el color específico de sus pezones. De hecho, los pezones podrían arrojar chorros de leche y Frieda pudo sentir cuando el extractor de leche les extraía la leche. Todo el equipo mostró este tipo de dedicación al tema. Un buen número de miembros de nuestro equipo resultó haber experimentado un embarazo pérdido o pérdida de un bebé, o conocía a alguien cercano que lo había experimentado. Recuerdo el set como un lugar dedicado y concentrado.”
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