Sobre todo de noche. VENECIA 2023
Tras 14 cortos y un documental experimental, el director Victor Iriarte se ha decidido a dar el paso al largometraje. Lo ha hecho por todo lo grande, con actrices de renombre como Lola Dueñas (como Vera) y Ana Torrent (como Cora), y en la sección "Dias de los autores" con estreno en la gran sala Perla del Casino del palacio.
La cinta cuenta la historia de una madre, que podría ser la de muchas, a la que robaron su hijo entre los años de la dictadura y 1990. Vera recurre a todo para buscar a ese hijo que decían que había nacido muerto pero al que ella siente.
La importancia de los objetos
Una cinta realizada con retales, imágenes cortadas, estáticas en su mayoría, que nos hacen observador de objetos, manos que se mueven, mapas que pasan por delante de la pantalla, un lenguaje parco, de lectura, con una voz en off que está casi tan presente como la protagonista. Los pensamientos, los deseos que representa esa voz en off tienen que ponerse en práctica en la vida real.
El espectador puede ver un choque brusco entre realidad y deseos, los deseos de querer encontrar a sus hijos, sus frases anhelandolo, se chocan con una realidad hermética, cerrada, mentirosa, la realidad de la burocracia de los gobernantes. Una vez más sale a la palestra los crímenes que hicieron los gobiernos (dictatoriales o democráticos), haciendo sentir inutil a los ciudadanos que ponen preguntas. Los tiempos no han cambiado tanto desde entonces si arañamos un poco en la actualidad, viendo una y otra vez que los ganadores y los perdedores en cualquier tipo de crisis, siempre son los mismos.
Un guión puzle
Con un poco de ficción, en donde entran en juego sobornos a políticos y cajas fuertes en Portugal, la película va transitando entre una especie de thriller casero, con película experimental, con ... uno no llega a definir completamente esta cinta: documental ficcionado, una ficción documentada... Imposible de discernir con claridad una cinta en 35mm, con un filtro circular en algunos momentos, grabada en parte en Portugal porque al director siempre le había hecho ilusión grabar allí, o con un nombre que se le ocurrió a su productor Isaki Lacuesta. Todo un puzle de piezas sin aparente relación que en manos de Iriarte consigue hacer una obra nada aburrida, nada convencional, y que consigue transmitir lo que pretende, desde un punto de vista más suave del que en un principio el tema requeriría, y en verdad el hecho de soltar lastre melodramático se agradece. Iriarte recurre a la sutileza o a veces al sin sentido (teñirse el pelo de rubio) para darle un toque ligero y misterioso que hace estar atento a la cinta.
Una muy buena obra de un director que esperamos ver próximamente.
Opinión: 4/5
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