Songs for a passerby. VENECIA 2023
Celine Daemen es la directora holandesa que nos presenta esta experiencia inmersiva. Un paseo encima de una alfombra, en donde nos sentimos caminando, observando en un primer momento pasando después a ser observado por nosotros mismos.
La pasividad de ver personas caminando, tristes, parece que van deambulando sin meta, sin objetivo, por culpa de una opresión, quizás la de los nazis, aunque no vemos signos evidentes.
Un perro que nos rodea, o un caballo moribundo nos dan esa sensación de ambiente decadente, putrefacto. Rodeamos constantemente un muro, a veces lo atravesamos, a veces estamos en un vagón de un metro, donde la gente no parece inmutarse por nuestra presencia. Andamos, como un fantasma, atravesando cuerpos y asientos, la sensación es extraordinariamente diferente, placentera, atravesar muros y seres. Nosotros mismo podemos atravesarnos, nuestra imagen está presente en varios momentos de la experiencia de 30 minutos, una desazón nos abarca cuando parece que el único que termina en pie somos nosotros mismos. No hay música, solo ruidos, sonidos, suficiente para que la experiencia sea completamente inmersiva.
Según la propia productora:
¿Cómo nos relacionamos con un mundo de cosas que pasan? ¿Somos parte de ello? ¿O simplemente lo estamos mirando? ¿Somos un cuerpo o tenemos un cuerpo? ¿Es esta ambivalencia quizás la fuente de toda melancolía?
En Songs for a Passerby caminas solo, equipado con gafas de realidad virtual, a través de un paisaje onírico musical. Sigues tu propia imagen especular en 3D y pasas por varias escenas: un caballo moribundo, un coro de personas que murmuran, dos perros jugando. Canciones para un transeúntes una búsqueda meditativa, en la que sales de la realidad por un tiempo y te miras a ti mismo. Como titiritero de tu propio cuerpo, ingresas a un espacio poético en el que surge la pregunta melancólica: ¿estoy pasando momentos o los momentos me pasan a mí?
Según comenta la directora en el comunicado de prensa Céline Daemen:“Al dejar a los espectadores fuera de sí mismos y mostrarles, con la ayuda de cámaras 3D en vivo, los contornos de su propio 'yo', espero que la experiencia toque un sentimiento reconocible de melancolía, en el que ya no tenemos una unidad inmediata. formar con el mundo, pero también oponerse a él. Como escribió el poeta Rainer Maria Rilke: "Ese es nuestro destino: ser siempre opuestos y nada más que eso". Con Canciones para un transeúnte quería crear una experiencia que explorara la conexión entre el mundo físico y metafísico: eres a la vez un cuerpo que se mueve a través del espacio y un espíritu que lo observa. El tiempo pasa inevitablemente, pero todos los momentos también conviven simultáneamente. Estás en el mundo y fuera de él al mismo tiempo”.
Opinión: 3,7/5
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