Crítica Corina. GIFF 2024

"Corina", la ópera prima de Úrzula Barba Hopfner, ha sido una revelación en el Festival Internacional de Cine de Guanajuato (GIFF) 2024, ganando el premio de la prensa y capturando la atención de la crítica y el público por igual. La película, producida por Carlos Hernández de Mandarina Cine, se destaca por su narrativa emotiva y visualmente rica, así como por su capacidad para abordar temas profundos con un estilo único y distintivo.

La narrativa del film gira en torno a la vida de su protagonista homónima, una joven que enfrenta la agorafobia y las secuelas emocionales de la muerte de su padre cuando ella tenía solo ocho años. La película logra un equilibrio impresionante entre la realidad y la fantasía, utilizando flashbacks integrados en planos secuencia que permiten al espectador experimentar los recuerdos y traumas de Corina de manera directa e inmediata. Este recurso estilístico no solo añade profundidad a la trama, sino que también refleja la complejidad interna del personaje, mostrando cómo el pasado y el presente coexisten en su mente.

Úrzula Barba Hopfner demuestra una notable destreza en su dirección, infundiendo la película con un humor oscuro que contrasta y complementa las temáticas más serias. Su formación como editora se hace evidente en el ritmo intrínseco de la película, con una edición precisa que asegura que cada escena fluya de manera orgánica, manteniendo al espectador comprometido en todo momento.

La elección de colores en "Corina" es otro aspecto sobresaliente de la dirección de arte. Cada color tiene un significado específico: el rojo representa la violencia y el enojo, el azul simboliza la libertad y el destino, y el amarillo la locura. Corina, vestida de amarillo, encapsula su antisocialidad y problemas mentales, mientras que el envejecimiento del amarillo en café simboliza la transición hacia la figura de su madre. Este uso simbólico de los colores añade una capa adicional de significado a la narrativa visual, enriqueciendo la experiencia del espectador.

Carlos Hernández, el productor, ha jugado un papel crucial en la realización de esta obra. Su apoyo a la visión de Barba Hopfner, sumado a su apreciación por el guion sólido y el humor particular de la directora, ha permitido que la obra florezca en todo su potencial. La decisión de producir una película en la que la protagonista casi no habla fue audaz, pero efectiva, subrayando la importancia de la narrativa visual y el lenguaje corporal en la construcción del personaje.

Las comparaciones con directores como Wes Anderson y películas como "Amélie" son inevitables, dada la estética visual de "Corina" y su capacidad para entrelazar humor y melancolía. Sin embargo, la cinta no es una mera imitación; Barba Hopfner infunde la película con su propia voz y visión, creando una obra que se siente fresca y original. La influencia de las películas de finales de los 90 y principios de los 2000 es palpable, pero la cinta se destaca por su autenticidad y la manera en que aborda temas universales a través de una lente personal y nostálgica.

La recepción de la películaen en los festivales de Guadalajara y Guanajuato ha sido extraordinariamente positiva. El aplauso del público y la prensa en el GIFF 2024 subrayan la capacidad de la película para resonar a nivel emocional y conectar con la audiencia. Las expectativas para su estreno en festivales europeos y norteamericanos son altas, y la proyección de un estreno amplio en México en enero de 2025 promete llevar esta obra a un público aún más amplio.

Úrzula Barba Hopfner ha demostrado con su debut una notable habilidad para combinar una narrativa rica con una dirección visualmente impresionante. La película rinde homenaje a sus influencias, y también establece a Barba Hopfner como una voz nueva y emocionante en el cine contemporáneo. El éxito de "Corina" en el GIFF 2024 es solo el comienzo de lo que promete ser una carrera cinematográfica impactante y significativa.

Opinión: 4,5/5