Zafari: una distopía latinoamericana desde los ojos de un hipopótamo. LATINOAMERICANO BIARRITZ 2024
En el marco del Festival de Cine Latinoamericano de Biarritz 2024, la directora venezolana Mariana Rondón presentó Zafari, una película que ha llamado la atención por su enfoque en las crisis que sacuden o han sacudido América Latina, usando una fábula distópica protagonizada por un hipopótamo. La película, que es una coproducción entre Perú, México, Brasil, Chile, República Dominicana y Francia,con un reparto también internacional donde destacan: Samantha Castillo, Francisco Denis, Varek La Rosa o Daniela Ramírez, refleja las tensiones sociales y políticas que atraviesan la región, especialmente en países como Venezuela, de donde es originaria la directora.
"Safari cuenta una fábula distópica desde los ojos de un hipopótamo", explica la directora, "que termina viendo los conflictos y la vida del barrio a donde ha llegado. Los vecinos se van hundiendo en las necesidades más básicas, el miedo y el hambre". Aunque la película no está ambientada en un país específico, Rondón aclara que "lo que pasa en la película puede estar ocurriendo en cualquier lugar de América Latina".
El hipopótamo: testigo silencioso
El hipopótamo, animal central de la trama, es testigo de la decadencia moral y física de los habitantes del barrio. "Es un lindo animal", comenta la realizadora, "muy inteligente, pero no por ser inteligente deja de padecer lo que le hacen los otros". Para la directora, el hipopótamo simboliza a la sociedad, que observa pasivamente las tragedias que ocurren a su alrededor sin poder evitarlas. "Quería que el hipopótamo fuera un testigo de todo lo que ocurre, alguien que lo ve todo, pero no puede intervenir".
Una crisis que no conoce fronteras
Las familias que habitan el barrio de Zafari son un ejemplo claro de esta deshumanización. "Las familias se deterioran, pierden sus valores y su dignidad. Terminan siendo cómplices, y el hambre es lo que las une", señala la directora. Este deterioro moral es uno de los aspectos más oscuros de la película, y refleja cómo la crisis económica y social afecta a todos los niveles de la sociedad.
La memoria y el olvido
Otro personaje importante es el hombre mayor con Alzheimer, una figura simbólica en la película. Rondón reflexiona sobre este personaje: "Quizás el no tener recuerdos, no tener memoria, sea un poco de locura, y a lo mejor en la locura salva también". Para la directora, el Alzheimer puede ser una metáfora de la falta de memoria histórica que afecta a las sociedades latinoamericanas, olvidando los errores del pasado y cayendo una y otra vez en las mismas tragedias.
El miedo en movimiento
Uno de los símbolos recurrentes en Zafari son las motocicletas, que aparecen en varias escenas creando una atmósfera de peligro constante. La realizadora explica que las motos representan "el miedo" en la película. "Para mí, las motos dan miedo", confiesa la directora. "Es el miedo que se mueve por las calles, que siempre está presente". Este símbolo añade una capa de tensión a la historia, acentuando la sensación de que los personajes están atrapados en un ciclo de terror del que no pueden escapar.
Proyección internacional
La película ha tenido una destacada participación en festivales internacionales. "Venimos de San Sebastián, y el próximo festival es la Mostra de São Paulo", señala Rondón, quien reconoce el impacto que Zafari ha tenido en diversas audiencias. Otra muestra del reconocimiento internacional fue la entrega que hicieron esta semana en San Sebastián del premio Sebastiane Latino al film Baby del director brasileño Marcelo Caetano.
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