9:30": Resiliencia y cine en el TiDF 2025
Por David Sánchez
El Festival Internacional de Documentales de Tesalónica (TiDF), que se celebra del 6 al 16 de marzo de 2025, ha abierto sus puertas a una edición cargada de historias humanas que trascienden lo local para resonar en lo universal. En la sección "Horizontes Abiertos", dedicada a cortometrajes, destaca 9:30, una obra dirigida por Constantine Venetopoulos que narra la vida de Ioanna Paliospyrou tras sobrevivir a un ataque con vitriolo en Grecia. Este documental, presentado en menos de 30 minutos, no solo documenta el proceso de recuperación y el juicio que marcó un hito en el país, sino que también explora las profundidades psicológicas de la resiliencia y la solidaridad comunitaria. En una entrevista durante el festival, el director y la protagonista ofrecieron una mirada íntima a sus motivaciones, desafíos y el impacto de este proyecto.
Constantine Venetopoulos: Un narrador de lo humano
Constantine Venetopoulos, nacido en Atenas en 1980, lleva el legado de tres generaciones de constructores navales en su sangre. Sin embargo, su trayectoria lo ha llevado lejos de los astilleros hacia el mundo del arte y la narrativa. Graduado con una maestría en Marketing por la CASS Business School de Londres, Venetopoulos combina su formación con una pasión innata por la poesía, la literatura y el cine. Autor de dos novelas y con experiencia en festivales como Tribeca, su carrera refleja una búsqueda constante por dar voz a historias complejas.
El germen de 9:30 nació en un momento de introspección durante la pandemia de COVID-19. "Estaba en casa, revisando las noticias, y me topé con lo que le pasó a Ioanna", relató Venetopoulos en la entrevista. "Fue un evento terrible, pero lo que me atrapó fue cómo ella lo manejó. La mayoría se habría escondido o sentido sola, pero Ioanna no solo luchó por sí misma, sino que usó su experiencia para inspirar a otros".
El ataque con ácido a Ioanna Paliospyrou en mayo de 2020 no fue un crimen aislado en el sentido mediático: se convirtió en un fenómeno que "sacudió a la nación", como lo describió el director. En Grecia, un país con tasas de criminalidad relativamente bajas, este tipo de violencia es excepcional. "Hubo quizás tres o cuatro casos similares en el pasado", explicó Venetopoulos. "Fue algo que todos conocían, de lo que todos hablaban. Los periódicos, la televisión, las conversaciones cotidianas: estaba en todas partes".
Sin embargo, la decisión de convertir esta historia en un documental no fue recibida con unanimidad. "Algunos no entendían por qué lo hacía", admitió. "Decían: ‘Ya lo sabemos, lo vimos en las noticias, ¿para qué otra versión?’". Para Venetopoulos, la respuesta radica en su enfoque personal como cineasta. "Mi cinematógrafo, con quien trabajé en mi primer largometraje, me dijo: ‘Constantine, esta historia es muy tú’. Y no sé si eso es bueno o malo, porque es una tragedia. Pero creo que se refería a mi manera de tomar algo oscuro y encontrar luz en ello".
El proceso de creación de 9:30 fue, en sus palabras, "un baile" entre su sensibilidad y su fortaleza. "Soy una persona muy sensible, pero también tengo un lado más duro. Si me hubiera dejado llevar solo por lo emocional, no habría podido hacerlo. Si solo hubiera usado mi lado fuerte, no habría sido auténtico". Esta dualidad se refleja en el producto final: un cortometraje que equilibra el peso emocional del tema con una narrativa estructurada y profesional.
La elección de mantener el documental bajo los 30 minutos no fue arbitraria. Inspirado por el cineasta experimental Godfrey Reggio, conocido por Visitors —una obra de dos horas con rostros en fondo negro acompañados por la música de Philip Glass—, Venetopoulos buscó un formato que destilara la esencia de la historia. "Vi Visitors en el cine y me quedé las dos horas, aunque muchos se fueron. Pensé: si él pudo hacerlo así, yo puedo ajustar la duración a lo que la historia necesita. Podría haberla alargado, pero quería que fuera poderosa y directa, especialmente para quienes fuera de Grecia no conocen el caso".
Ioanna Paliospyrou: La voz de la supervivencia
La otra mitad de esta historia es Ioanna Paliospyrou, cuyo rostro y voz dan vida a 9:30. Constantine la contactó un año y medio después del ataque, en un momento en que aún llevaba una máscara protectora y enfrentaba cirugías reconstructivas. "Me abordó por redes sociales", recordó Ioanna. "Dijo que mi historia lo había emocionado y que era demasiado importante para no contarla".
Participar en el documental implicó exponerse en un nivel profundamente personal, pero Ioanna no titubeó. "No tuve miedo", afirmó. "Hablar de mi ataque es como defenderme. Me da seguridad psicológica". Para ella, el acto de compartir su experiencia tiene un efecto sanador. "Es como una medicina. Expresar lo que siento, mis pensamientos, me ayuda a sanar".
Durante la entrevista, Ioanna reflexionó sobre cómo se veía en el documental. "Hoy lo vi y pensé: ‘No estaba de buen humor entonces. Quizás estaba deprimida’", dijo. Sin embargo, esta vulnerabilidad no la detiene. "Hay imágenes difíciles de ver, pero quiero que la gente entienda por qué estoy así, que no me tengan miedo".
El impacto de su historia trasciende la pantalla. "La gente me para en la calle y me pregunta: ‘¿Cómo lo hiciste? ¿Cómo cambiaste esto?’", relató. El objetivo de su agresora era "hacerla desaparecer", pero Ioanna logró lo contrario. "Ahora todos me conocen, me apoyan, me quieren. Es exactamente lo que ella no quería". La pregunta más recurrente que recibe es: "¿De dónde sacaste esa fuerza?". Su respuesta es clara: "De mi familia, sobre todo de mi madre, que estuvo conmigo como si fuera un bebé. De mis amigos. Y del amor de desconocidos: 10 millones de personas rezaron por mí, me enviaron mensajes de apoyo. Eso me salvó".
Un legado en Tesalónica
9:30 no es solo un retrato de una tragedia personal, sino un testimonio del poder transformador del arte y la comunidad. En el TiDF 2025, Constantine Venetopoulos e Ioanna Paliospyrou han presentado una obra que, en su brevedad, condensa una profundidad emocional y social inmensa. Mientras el festival continúa, este cortometraje promete dejar una marca duradera, no solo en Grecia, sino en todos aquellos que buscan entender cómo la humanidad puede florecer incluso en los momentos más oscuros.
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